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Educación para el lumpen

¿Cómo están educando a la futura Reina?

Francisco Silvera
Francisco Silverahttp://www.quenosenada.blogspot.com.es
Escritor y profesor, licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Valladolid. He sido gestor cultural, lógicamente frustrado, y soy profesor funcionario de Enseñanza Secundaria, de Filosofía, hasta donde lo permitan los gobiernos actuales.
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análisis

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Soy profesor de Secundaria, la inspectora de mi zona nos manda modificar las programaciones porque debemos ejecutar toda una sarta de procedimientos burocráticos encaminados a justificar si el alumnado consigue o no determinados “estándares de aprendizaje”, debiendo suprimir alusiones a conceptos obsoletos, al parecer, como “actitud” en clase y, atentas, advirtiendo que no podemos “programar” bajar la calificación por causa de una mala ortografía…

No voy a llevar este artículo al terreno de la Normativa, en mi opinión interpretada torticeramente, de forma acrítica y sin criterio pedagógico ni real ni realista… tampoco lo llevaré a la cuestión de la autoridad de la Inspección Educativa, a la que suponemos la causante casi última de la situación de la Enseñanza en este país, ¿o sólo asume la responsabilidad de proponer sin autoevaluarse? Lo digo porque el profesorado vive con ella bajo una espada de Damocles semi-inquisitorial, un reino del terror en el que resulta imposible saber qué hacer realmente (el aula es campo de batalla poco dado a sus teorías de generalato), pero después de 30 años de aquella reformadora LOGSE y sus sustitutas aquí nadie entona el “mea culpa”… y supongo que el Servicio de Inspección debería también reflexionar acerca de si sus métodos y su trabajo aportan algo al Sistema Educativo, lo digo en función de ese posible adelgazamiento de la Administración que recomiendan en los casos de organismos superfluos.

La Educación tiene un objetivo básico, sólo uno: garantizar una amplia igualdad de oportunidades a la ciudadanía cuando todavía no es responsable de sí misma. A partir de cierto nivel económico-social a la población le da por usar la odontología y la oftalmología, por viajar conociendo el Arte, la Arquitectura, le da por leer con cierta recurrencia prensa, novela, ensayo o poesía (por no hablar del libro antiguo o la joyería), qué decirle de la Ópera y las salas de conciertos (comprueben si el público de Beethoven pertenece a los extrarradios arrabaleros o no), la gastronomía, la enología (los llaman “caldos”), el cine de Tarkovski, hay quien hasta jardinería zen practica, y muchas veces, casi siempre (fíjense en las notarias, los cirujanos, los jueces, las arquitectas…), son educadísimos, formales, hablan de usted (y en inglés), no suelen gritar dando saltos, su aseo es cotidiano, son civilizadas; en la Escuela de Diplomacia, por ejemplo, no terminan de tragar con la chabacanería, incluso, nótese la barbaridad, ¡saben comer pescado sin tocarlo con los dedos!

Ironizo pero no tanto. Si tienen una amiga Magistrada observará cómo todo el mundo le habla de usted y su vida, apostaría algo, se mueve en esos parámetros descritos. Si el Sistema Educativo Español no tiene como objetivo que todo matriculado en él aspire a tener la oportunidad de una vida así, entonces es una gran estafa para quienes por nacimiento no puedan llegar a catar esto.

Me saldrán con eso de que quién me ha dicho que una vida así es deseable, pero no conozco a nadie consciente y con formación que desee para sus hijas e hijos una existencia con los valores contrarios a esa vida descrita anteriormente. No me vengan con que ustedes son médico y abogada y sólo aspiran a que su hija tenga la ESO o una FPBásica; por supuesto que sé que no todo el mundo llegará a Embajador en Zimbawe o a neurocirujana, lo que pregunto es: ¿el Sistema Educativo pone los medios para que quienes no conocen la existencia del Pago de Carraovejas puedan un día permitirse probarlo y disfrutarlo? Porque si no llegan, ora será por incapacidad del individuo ora por incapacidad del Sistema, y entonces se podría trabajar diagnosticando y mejorando o atendiendo cualquiera de los dos ámbitos. ¿Cómo están educando a la futura Reina? Yo quiero lo mismo para los míos.

Convertir la Educación en una garantía para obtener títulos básicos no es más que condenar al precariado a la población más desprotegida; quienes pueden huyen de la Pública porque saben que la Privada puede exigir excelencia (además de lo básico para el título) con la connivencia de los progenitores, y además esas relaciones de Centro Educativo “de clase” (alta) van a ser fundamentales para el futuro socio-profesional de sus descendientes. En la Pública la excelencia, el rendimiento se ha sustituido por una burocracia garantista que vacía de autoridad al profesorado, convertido en puro funcionario reclamable… nos quejamos pero estamos poniendo las bases para que la mayoría popular pseudocultivada se considere con criterio suficiente para decir qué se hace o dice en el aula de sus hijas e hijos (estamos favoreciendo la llegada de esa censura previa facciosa y contraria a la Libertad de Pensamiento y Cátedra llamada “pin parental”).

Al prescindir del debate intelectual sobre el contenido de las materias, convertimos a la profesora en una intérprete de libros de texto, una esquematizadora del “tema 3” que debe limitarse a mediar entre el conocimiento y el discente ¡como si el conocimiento fuera objetivo y no cupiera el análisis crítico (¿explicamos la Reconquista o que España no existía entonces ni la Reconquista fue nunca?, ¿seguimos abriendo puertas al totalitarismo?…)!; metamorfoseamos al enseñante en una pieza mecánica sin criterio ni autoridad cuya finalidad última es simular enseñar (aunque todo el mundo sepa que una parte importante del alumnado es analfabeto funcional) para que cambiando siempre de metodología nada cambie (tome lampedusazo).

El profesorado debería reaccionar de una puta vez reivindicando su dignidad laboral… no lo hará, no hay profesión más mostrenca que ésta. No veo la hora de jubilarme.

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1 COMENTARIO

  1. En gran parte me recuerda lo que dice Andreu Navarra en «Devaluación continúa». Dejo un enlace que para que observéis lo que explica este profesor de Lengua y Literatura.
    Saludos.

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