Donald Trump
Trump, acusado de participar directamente en el intento de confiscar máquinas de votación

El acto de este sábado en Barcelona, fue la escenificación que realiza el sistema, de un acto deplorable, que el propio sistema ha producido. Es normal que la partidocracia utilice este acto, desde un discurso esquizofrénico, para seguir engañado a la población. La “Prensateniente”  nos ha machacado durante estas semanas, con el concepto de unidad antiterrorista, que subliminalmente nos introduce también la unidad política de España, frente a un enemigo común. La acción terrorista cumplió funcionalmente su misión: sembrar el terror y generar el miedo ante lo nuevo. Que en Catalunya significa la independencia y la república. El punto de ruptura con el régimen neofranquista impuesto en la transición, es justamente este próximo plebiscito catalán. Es poco creíble que los servicios de inteligencia españoles,  que están infiltrados entre los musulmanes no hayan advertido de la programación de este atentado. Lo mismo los servicios marroquís, que operan dentro de sus inmigrantes. Tampoco es casual la fecha y el lugar.

Como en todos los atentados terroristas los afectados son las personas de a pie. Está claro que el  atentado debe ser repudiado contundentemente, pero diciendo la verdad. La gente tiene que saber que este atentado, como los anteriores tiene como máximo responsable a los Estados Unidos, a la Monarquía de Arabia Saudita, los emiratos árabes, el Estado asesino sionista de Israel, Turquía etc. Pero también es responsable el Estado español que ha participado junto a la OTAN en la invasión a Irak, Libia y apoyó a la oposición terrorista contra Siria. Este Estado español que simpatiza con Israel, que le vende armas a Arabia Saudita, que luego son enviadas al Estado Islámico. Este Estado que mantiene relaciones carnales con la monarquía marroquí que condena a la miseria y el hambre al pueblo saharaui.

Seguramente muchos de ustedes coincidan con este análisis. Aunque creo que si es importante señalar la lamentable actitud de la izquierda oficial española, que se han sumado al coro del sistema, a la mentira institucionalizada que oculta la verdadera responsabilidad de los autores intelectuales del atentado.

Hubiera participado de esta manifestación, si el lema central fuera pedirle a los EEUU, que terminara con sus acciones terroristas. Que se le exigiera que  dejara de financiera el terrorismo en Siria y en Venezuela. O que  dejara de apoyar al Estado de Israel que asesina a cientos de palestinos y los condena al hambre.

Pero que la izquierda participe de esta  manifestación, es un error histórico, inclusive la decisión de la CUT de participar.

Lo sucedido en Barcelona aun traerá mucha cola. Pocos hablan de cómo fueron abatidos (asesinados) los terroristas que estaban desarmados. Nadie dice que protocolos se utilizaron para matarlos a tiros. En definitiva estos jóvenes son tan solo un instrumento de los que inventaron al monstruo.  El doctor Frankenstein vive en la Casa Blanca.

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