Para lo bueno y lo malo, siempre habrá ya un antes y un después de aquel 7 de julio de 2016. El efecto Manada es doble. Por un lado, las jóvenes que sufren estas agresiones están comenzando a dar el paso adelante de denunciarlas aunque no sean creídas, sobre todo gracias al respaldo social y político que están recibiendo por el caso de La Manada y pese al relativo amparo legal que encuentran en el Código Penal y los jueces. Y por otro, se constata que estas agresiones sexuales grupales no son casos aislados ni mucho menos y un efecto llamada incuestionable hace que proliferen sin control.
Las víctimas comienzan a denunciar las agresiones grupales gracias al respaldo social provocado por el caso de La Manada
De hecho, el portal Feminicidio.net ha recogido casi medio centenar de casos en toda España desde aquella fatídica madrugada de San Fermín de 2016. Sólo en los seis primeros meses de este 2018 se han producido un total de 22 agresiones sexuales múltiples, ocho más que en todo 2016 y nueve más que en el pasado 2017.
Una joven madrileña de 18 años sufrió en los Sanfermines de 2016 abusos sexuales por parte de cinco amigos sevillanos autodenominados La Manada, condenados por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra a nueve años de prisión. Desde esa fecha, el efecto llamada corroborado por los datos registrados por organismos como Feminicidio.net ha ido recogiendo una realidad, la de las presuntas agresiones sexuales grupales, que ha obtenido una evidente visibilidad social a raíz del caso más mediático.
Existen otros casos similares al de los Sanfermines aunque los implicados intentan desvincularse del caso ‘matriz’
Pero existen otros casos similares aunque sus defensas intenten desvincularse del caso ‘matriz’. Por ejemplo, la de un grupo de cuatro amigos de nacionalidad argelina que presuntamente el 14 de abril de este año agredieron sexualmente en Alicante a una joven de 19 años en el piso que compartían algunos de ellos.
Las estrategias de defensa de los acusados por presuntas agresiones sexuales grupales convergen en una misma línea argumental, basada en afirmar que las denunciantes consintieron las relaciones sexuales. Es el caso de la defensa de La Manada sevillana, ejercida por el abogado Agustín Martínez Becerra sobre cuatro de los cinco condenados.
En otros casos similares, las defensas de los presuntos agresores sexuales múltiples intentan desvincularse del caso de los Sanfermines. En este sentido, José Luis Sánchez Calvo, abogado defensor del principal acusado en la presunta agresión grupal de Alicante, asegura a Diario16 que “no ha habido relación sexual”. Añade que la acusada “ha intentado aprovechar el clima mediático de La Manada de Sanfermines para crear un paralelismo”. Su defendido mantiene su inocencia y asegura que la joven le reclamó dinero para evitar denunciar la presunta agresión sexual. Ella, en cambio, mantiene todas las acusaciones realizadas en primera instancia ante la Policía y corroboradas ante el titular del juzgado de Instrucción número 3 de Alicante que lleva el caso.
En libertad tres de los cuatro acusados de una agresión sexual múltiple en Alicante en abril mientras el cuarto sigue fugado
Dos de los cuatro acusados fueron puestos en libertad tras pasar a disposición judicial, un tercero permanece fugado de la justicia y el cuarto, un adinerado ciudadano argelino de 34 años residente en Orán, fue detenido cuando intentaba huir en un vuelo desde el aeropuerto de la ciudad levantina al día siguiente de los hechos, informa la Policía. En cambio, su defensa niega que intentara huir y que su cliente fue al aeropuerto porque había olvidado su billete de regreso a su país.
La estrategia ejercida por el abogado de La Manada sevillana ha basado su defensa en que las relaciones sexuales con la joven que denunció la agresión sexual grupal fueron “consentidas”, algo que descartó la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra al condenarlos a nueve años de prisión por abusos sexuales.
Siguiendo esa misma línea de defensa, el letrado de uno de los acusados por la presunta agresión grupal de Alicante niega la mayor y aduce que ni siquiera se produjeron las relaciones sexuales entre denunciante y su defendido, un adinerado argelino de vacaciones en Alicante que conoció el pasado 14 de abril a la joven de 19 años y la llevó al piso de sus amigos.
Nadie sabe realmente qué ocurrió en aquel piso porque a partir de ahí las versiones de la denunciante y los acusados difieren completamente. El principal acusado ha sido puesto en libertad provisional la pasada semana por el titular del juzgado de Instrucción número 3 de Alicante. Mantiene que no se produjeron ningún tipo de relaciones sexuales y que la denunciante sólo buscaba aprovechar el clima mediático generado por el caso de La Manada de Sevilla para obtener un beneficio económico mediante chantaje.
La Policía recoge en la denuncia presentada por la joven que los hechos tuvieron lugar durante la madrugada del sábado 14 de abril, cuando la víctima conoció a un varón en una discoteca de la zona de ocio del puerto de Alicante. Tras invitarla a bebidas alcohólicas, le insistió en que le acompañase a su casa, lugar donde una vez en su interior salieron tres jóvenes de las habitaciones y junto a la persona que había conocido horas antes la agredieron presuntamente, resultando infructuosos los intentos de huida de la joven.
Posteriormente, uno de los sospechosos condujo a la víctima a la calle, donde desesperadamente la joven pidió auxilio en el primer establecimiento comercial que encontró. Desde allí, una llamada alertó a los agentes de los hechos. La víctima, de 19 años, fue trasladada y atendida en el Hospital General de Alicante, mientras los agentes practicaban todo tipo de gestiones para localizar y detener a los presuntos autores de la agresión.
