En una entrevista que concedió a los medios en septiembre de 2017, antes del referéndum del 1-O, el difunto Fiscal general del Estado, José Manuel Maza, contestaba de esta forma a la pregunta que se le hizo sobre por qué no se vieron delitos graves en el 9-N: “El problema es que en 1995 se suprimió el delito de sedición impropia, que era esto mismo que está ocurriendo ahora de intentar retirar del Estado español una parte de nuestra nación sin violencia ni actitudes tumultuarias. Mi opinión es que eso supuso que decisiones contra la ley tan graves como esta quedaran con penas muy leves. Pero es lo que hay. Esa es la ley. Yo no la hago ni la reformo”.

Cuando se le preguntó por los preparativos del 1-O, el entrevistado no veía tampoco el delito de rebelión ni que la competencia para su enjuiciamiento fuera del Tribunal Supremo: “Hay delitos más graves si se da el salto ya a la violencia. Podría estarse hablando de delitos de sedición. Eso está en boca de todos y es un tipo penal que hasta ahora es discutible, pero por desgracia está en el posible horizonte si, como dice el Código Penal, se produce violencia o una actuación tumultuaria. Si vemos en un momento determinado que se está cometiendo, no tendremos duda ninguna. En ese caso, creemos que el tribunal competente sería la Audiencia Nacional”.

De esta entrevista se deduce que José Manuel Maza no tenía tan claro desde un principio que el delito de rebelión fuera el aplicable al asunto del Procés, o que la competencia para enjuiciar el asunto catalán fuera del Tribunal Supremo. Todo parece indicar que quien le pudo convencer para que eso al final ocurriera así fue el presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo,  Manuel Marchena.

2 COMENTARIOS

  1. Ja sabia yo que la muerte de esta hombre era por «algo». Si pensaba así no podía seguir. La mafia usa y echa cuando ya no le sirven.Tanto da, persona como objeto.

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