De las variadas ocupaciones que he tenido dentro del mundo del periodismo la de crítico cinematográfico es la que más rápido abandoné.

Me encanta el cine, como me encanta leer o pasear. Verse obligado a opinar sobre algo que nos gusta hacer, algo con lo que disfrutamos, enturbia el placer

Así que el 10 que en el título de este artículo concedo a Guardianes de la Galaxia Volumen 2 carece de valor crítico. Es sólo la opinión personal de un espectador, que un domingo acudió con su pequeña familia a una sala de cine -es una fiesta siempre ir al cine para mí- y se lo pasó muy bien.

Mientras veía la película me ganaba el entusiasmo: «Esto es el Quijote del cine actual» «Increíble el ritmo narrativo que no decae ni un solo momento» «Geniales los títulos de crédito tanto de entrada como de salida, que son parte del espectáculo y no los inevitables ladrillos que hacen el público se levante de sus asientos cuando comienzan a caer… caer» «La música….»

«Flipante la actuación de Michael Rooker (Henry, retrato de un asesino)», «Divina la animación de Groot y Rocket», «La iluminación es maestra, a Caravaggio le habría encantado», «Los efectos especiales inconmensurables, y no menos inconmensurable la labor de dirigir al enorme ejército de animadores informáticos que los hacen posibles» «Los cameos…».

No merece la pena seguir. Queda claro que la experiencia realmente fue genial.

Por eso quiero darle un 10 a la película que firma James Gunn. Y quiero porque llevo muchos años de profesional en el mundo de la cultura y muy rara vez doy un 10 a nada; y nadie se los suele dar a las obras que rebosan humor. Pues esta vez sí. Yo sí. Guardianes de la Galaxia vol. 2 es un 10.

¡Qué bien me lo pasé!

 

Nota: este artículo era aproximadamente cuatro veces más largo con sesudas reflexiones sobre el oficio de crítico: las quité. Pascal, una vez al terminar una carta larguísima, pidió perdón a su destinatario: Disculpa que no haya tenido tiempo para ser más breve. Esta vez yo sí lo he tenido: tiempo para ser educadamente breve.

 

(artículo dictado, en dos sesiones, por Javier Puebla y mecanografiado por Ángel Arteaga Balaguer)

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