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Díaz-Canel al gobierno, Castro al poder

Eduardo Rivas
Eduardo Rivas
Licenciado en Ciencia Política
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análisis

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Por primera vez desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, la Presidencia del país no es ejercida por la generación triunfante en la Sierra Maestra, y se abre para Cuba un período inexplorado hasta el momento.

La población de la isla se divide entre quienes vivieron la época de la dictadura de Batista y el triunfo de Fidel Castro y los barbudos, que es aproximadamente el 20% de los cubanos, aquellos que no vivieron la dictadura pero supieron gozar de las mieles de la Revolución, casi la mitad de la población aproximadamente, y finalmente aquellos que tampoco vivieron el batistiado pero les tocó ser contemporáneos de cuando la Revolución entró en una crisis económica tras la caída de la Unión Soviética en 1991, es decir el 35% de la población restante.

Salta a los ojos que cada vez es más complejo el justificar ciertas situaciones y apremios que se viven en la isla en comparación con lo que se vivía antes de la Revolución, puesto que el 80% de los cubanos vivieron sólo tras el triunfo de ella y muchos de ellos en las más difíciles condiciones, tanto internas como externas, puesto que la cotidianeidad cubana tras el período especial no mejoró como se pretendía y los avances tecnológicos hacen que cada vez resulte más complejo vivir en una isla, con lo diverso de la interpretación del concepto, entendido en este caso como aislado del resto.

Sin embargo el cambio que se vivió hoy con la asunción a la Presidencia de la República de Cuba de un ciudadano que no es de apellido Castro no es lo que muchos esperaban, puesto que una vez más el país da un ejemplo de civilidad al respetar las reglas que se autoimpusieron. Como dijera Joan Manuel Serrat, ‘Cuántos quisieran verla entregada, como la playa en la bajamar, con sus secretos a la intemperie y sus arenas por hollar’, pero sin embargo la dirigencia y la población cubana supieron generar un período de transición que, aunque incierto, se avizora tranquilo, puesto que quien ocupará la Presidencia será Miguel Díaz-Canel, quien no sólo sostuvo un previsible apoyo a continuar con lo hecho hasta el momento, al afirmar que ‘El mandato dado por el pueblo a esta legislatura es dar continuidad a la revolución cubana en un momento histórico crucial, que estará marcado por todo lo que debemos avanzar en la actualización del modelo económico’, dando a entender que seguirá en la senda trazada por Raúl Castro, sino que además afirmó que Raúl Castro, desde la Secretaría general del Partido Comunista Cubano ‘encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación’.

Muchos creían y deseaban, que con la salida de ‘los Castro’ Cuba se desmoronaría, pero lo que provocó primero la medicina, con la salida del gobierno de Fidel en 2006, y luego el derecho, con el fin de los mandatos constitucionales de Raúl diez años después fue muy diferente, y todo indica que en lo inmediato no habrá grandes cambios. Una nueva guardia afronta el desafío de conducir los destinos de la Nación y Díaz-Canel entiende que ‘Cuba espera de nosotros que seamos como ellos’, en referencia a quienes bajaron de la Sierra en enero de 1959.

Hay quienes dudan del rol que cumplirá Díaz-Canel, sin decidirse en verlo como un rupturista desde dentro, al estilo Adolfo Suárez, o una nueva generación del castrismo. El discurso que pronunció en la Asamblea Nacional se sintetizó muy bien en el hashtag con el que se divulgó las acciones del recambio presidencial, #SomosContinuidad.

Todo indica que ese será el camino elegido, el acentuamiento del modelo cubano con los ajustes necesarios para poder adecuarse a los nuevos tiempos, Díaz-Canel desde el gobierno y Raúl Castro desde el poder, pudiendo trazarse un paralelismo con lo vivido en Cuba durante los primeros diecisiete años de la Revolución cuando Osvaldo Dorticós era el Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República y Fidel Castro el Primer Ministro y el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba.

Díaz-Canel y Castro son los mayores responsables para seguir conduciendo el barco a buen puerto, credenciales para conseguirlo les sobran.

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