La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a un hombre de 73 años denunciado por su esposa por los presuntos malos tratos habituales en el ámbito familiar y los abusos sexuales sufridos durante sus 53 años de matrimonio. Al detenido se le imputa además el maltrato y abuso sexual de sus tres hijas cuando estas eran menores de edad y también los malos tratos físicos a sus dos hijos varones.
El
detenido ya ha pasado a disposición judicial, según informan fuentes de la
Policía Nacional. La víctima, que dio el paso a denunciar
acudiendo acompañada por uno de sus hijos, relató
a la Policía que tanto ella como sus hijos habían sufrido durante todo el
matrimonio y hasta la independencia de ellos, malos tratos físicos y psíquicos
por parte del denunciado.
El marido maltrataba psicológicamente
a su mujer utilizando expresiones humillantes que menoscababan su validez y su
aportación a la economía doméstica. Además, la acusaba de desequilibrio mental y menospreciaba
su desempeño en la labores del hogar. La víctima también sufría
amenazas de muerte por parte de su esposo y estaba convencida de que algún día se
cumplirían, ya que le decía con frecuencia: “Cuando menos lo esperes, te voy a matar”. Asimismo, su marido abusaba
sexualmente de ella.
Aislarla de todos y de todo
Fruto del matrimonio tienen en común
tres hijas y dos hijos, que ya son todos ellos mayores de edad y viven
independizados en cada uno de sus domicilios. Durante toda la convivencia familiar,
el detenido intentaba separar a la víctima de sus hijos, del resto de su
familia, de sus amigos y de sus vecinos, hasta el extremo de que se vio
obligada a dejar de comunicarse con sus tres hijos mayores durante siete años. Igualmente, indicó que sus hijas le manifestaron que su marido había abusado
de ellas sexualmente cuando eran menores de edad, pero que por temor, no se habían
atrevido a denunciar. Los hijos varones también habrían
sido víctimas de maltrato físico cuando eran menores de edad.
La Policía Nacional resalta la importancia de denunciar este tipo de hechos “sin ningún tipo de temor” y recomienda hacerlo desde los primeros episodios de violencia, garantizando el asesoramiento y el apoyo adecuado a cada caso por agentes especializados.