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Detectan trazas de ARNm en la leche materna de mujeres vacunadas

Los investigadores recomiendan no amamantar a niños hasta pasadas 48 horas desde la inoculación de la madre y esperan más estudios al respecto

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análisis

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La revista médica JAMA Pediatrics, que publica estudios revisados por pares, acaba de informar del hallazgo de trazas de ARN mensajero en la leche de madres lactantes, confirmando así la transmisión de estos componentes de las inyecciones a los bebés.

El estudio, que puede consultarse pulsando aquí, se titula «Detección de vacunas de ARN mensajero COVID-19 en leche materna-humana».

En su presentación, el texto señala que «la vacunación es una piedra angular en la lucha contra la pandemia del COVID-19. Sin embargo, los ensayos clínicos iniciales de la vacuna de ARN mensajero (ARNm) excluyeron a varios grupos vulnerables, incluidos los niños pequeños y las personas lactantes.» Continúa el texto señalando que «La Administración de Drogras y Alimentos de EEUU aplazó la decisión de autorizar las vacunas de ARNm de COVID-19 para bebés menores de 6 meses hasta que hubiera más datos disponibles debido a la posible preparación de las respuesta inmunitarias de los niños, que puedan alterar su inmunidad. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan ofrecer las vacunas de ARNm de COVID-19 a las personas que amamantan, aunque no se investigó el posible paso de los ARNm de la vacuna en la leche materna que resultara en la exposición de los menores de 6 meses.»

Este estudio, señalan, «investigó si el ARNm de la vacuna COVID-19 se puede detectar en leche materna extraída (EBM) de las personas lactantes que reciben la vacuna dentro de los 6 meses posteriores al parto».

El estudio ha incluido solamente a 11 lactantes sanas que recibieron la vacuna Moderna o la vacuna de Pfizer dentro de los 6 meses posteriores al parto. Si pidió a los participantes que recolectasen y congelaran inmediatamente las muestras de EBM antes de la vacunación y durante los 5 días posteriores. En total se recogieron un total de 131 muestras entre 1 hora y 5 días después de la administración de la vacuna.

«Las vesículas extracelulares (EV) se aislaron en EBM mediante centrifugación secuencial y las concentraciones de EV se determinaron mediante ZetaView. La presencia de ARNm de la vacuna COVID-19 en diferentes muestras de leche se analizó mediante la reacción en cadena de la polimerasa con trasncriptasa inversa cuantitativa de 2 pasos.»

Resultados del estudio

De las 11 personas lactantes que se sometieron a las pruebas, se detectaron trazas de vacunas de ARNm de COVID-19 en 7 muestras de 5 participantes diferentes, en varios momentos hasta 45 horas después de la vacuna. No se detectó ARNm de la vacuna COVID-19 en las muestras de grasa de EBM o en los sendimentos de las células, ni restos más allá de las 48 horas desde la vacunación.

El estudio concluye que la presencia esporádica y las cantidades de trazas de ARNm de la vacuna COVID-19 detectadas en MBE sugieren que la lactancia materna después de la vacunación con ARNm de COVID-19 es segura, particularmente más allá de las 48 horas posteriores a la vacunación.

Estos datos demuestran por primera vez, según el estudio, que según el conocimiento de los investigadores, la biodistribución del ARNm de la vacuna COVID-19 a las células mamarias y la capacidad potencial de los vehículos eléctricos de tejido para recubrir el ARNm de la vacuna, puede transportarse en células distantes».

Subrayan que «poco se ha informado sobre la biodistribución y la localización de nanopartículas lipídicas en tejidos humanos después de la vacunación con ARNm de COVID-19». Y apuntan que «en ratas, hasta 3 días después de la administración intramuscular, se detectaron niveles bajos de ARNm de la vacuna en los tejidos del corazón, los pulmones, los testículos y el cerebro, lo que indica una biodistribución tisular».

Los investigadores «especulan» que «después de la administración de la vacuna, las nanopartículas lipídicas que contienen el ARNm de la vacuna se transportan a las glándulas mamarias a través de rutas hematógenas y/o linfáticas. Además, suponemos que el ARNm de la vacuna liberado en el citosol de las células mamarias puede almacenarse para desarrollar vehículos eléctricos que luego se secretan en la EBM».

Falta de estudios y cuidado durante las 48 horas posteriores a la vacunación

Las limitaciones de este estudio incluyen el tamaño de una muestra relativamente pequeña y además, señalan la falta de estudios funcionales que demuestren si el ARNm de la vacuna detectado es traduccionalmente activo.

Estos investigadores, no han probado la posible exposición acumulada al ARNm de la vacuna después de la lactancia frecuente en bebés, aunque consideran que es seguro amamantar después de la vacunación materna contra el COVID-19. Sin embargo, añaden, «se debe tener cuidado con la lactancia de niños menores de 6 meses en las primeras 48 horas después de la vacunación materna hasta que se realicen más estudios de seguridad». Además, apuntan que «se debe considerar la posible interferencia del ARNm de la vacuna COVID-19 con la respuesta inmunitaria a múltiples vacunas de rutina administradas a bebés durante los primeros 6 meses de edad del bebé».

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2 COMENTARIOS

  1. Me parece genial la labor de traducir los artículos para el publico general.
    Echo en falta una explicación mas sencilla.
    No todos tenemos los conocimientos para entender la vacuna o el ARN.
    También es cierto que mucha gente critica estos estudios, por algo sera…
    Incluso otros medicos y doctores…
    Recuerden todo el miedo que tuvimos.
    Otra vez intentan inocularnos.
    Supongo que resistiremos y saldran estudios que nos apoyen.
    Acertado todo.

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