Según datos de la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico, más de 20 millones de personas en España utilizan gafas o lentes de contacto para poder corregir determinados problemas de visión. Más allá de ser una cuestión estética, los problemas visuales pueden dificultar el desarrollo de actividades cotidianas. Ante eso, la cirugía refractiva surge para poder dar solución de una forma sencilla a un sinfín de problemas de visión. Es posible realizar cirugía refractiva en miopía, pero también en hipermetropía, astigmatismo y presbicia, por ejemplo.
Qué es la cirugía refractiva
Se trata de un conjunto de procedimientos quirúrgicos que tienen como objetivo la disminución e incluso la eliminación de terminados problemas de visión del paciente. Estos procedimientos logran que recuperemos una correcta visión sin tener que usar gafas o lentillas de contacto.
Existen varios tipos de cirugía refractiva que podrán practicarse dependiendo de las necesidades de cada paciente. Así, tendríamos la técnica láser, la más común, en la que se modifica la córnea y se eliminan las capas de forma selectiva para poder corregir los defectos de refracción. Este procedimiento es completamente indoloro y está catalogado como cirugía ambulatoria, durando tan sólo unos minutos.
En casos más complejos, también se puede realizar la implantación de lentes intraoculares. Son lentes que se implantan en la córnea y cristalino. Se recomienda en pacientes jóvenes menores de 40 años, en el caso de las lentes fáquicas, y en pacientes con mayor edad y problemas de presbicia o cataratas en el caso de las lentes pseudofáquicas.
Beneficios de la cirugía refractiva
La cirugía refractiva en miopía, hipermetroía, astigmatismo o presbicia es una técnica que cada vez tiene más demanda. Son muchos los motivos; y es que de esta cirugía ambulatoria podemos extraer muchos beneficios.
Mejorar nuestra visión
Para empezar, algo completamente obvio es que con esta cirugía lo que se pretende es mejorar la visión. Es el principal beneficio que vamos a conseguir al someternos a una operación láser de este tipo. Los pacientes obtienen una mejor visión y, por tanto, una calidad de vida mayor sin tener que usar elementos externos.
Mayor tranquilidad
Hay que señalar que al ser una operación ambulatoria, la recuperación es realmente rápida. Tras someterse a esta cirugía, el paciente podrá seguir con su rutina diaria sin plantear modificación alguna. Además, se añade la tranquilidad y despreocupación por no tener que estar pendiente de la pérdida de las gafas o las lentes de contacto.
Ahorro
Si bien es cierto que hace años podía ser una cirugía que suponía una gran inversión, actualmente no lo es tanto. Además, si se compara con el ahorro posterior en gafas y en lentes de contacto, podemos ver que es mucho más rentable; y es que sus resultados son para toda la vida. Es cierto que el ojo es un órgano vivo y sufrirá con el paso de los años otras modificaciones, no obstante, está demostrado que a partir de los 50 años, la prescripción varía únicamente en media dioptría por década.
Mayor confianza y autoestima
Comentábamos que no es únicamente una cuestión estética, pero es cierto que muchas personas se sienten más cómodas sin gafas y que es un tema que incluso puede afectar a su autoestima y confianza. De esta forma, para estos casos esta cirugía implica también trabajar en estos aspectos.
