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Denuncian en un juzgado español a Mohamed VI por crímenes de lesa humanidad

También están incluidos en la denuncia el primer ministro marroquí, Saadeddine Othmani o la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich

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análisis

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La crisis provocada por Marruecos como represalia por la asistencia sanitaria al presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Galli, ha generado una crisis diplomática y la reacción de la ciudadanía española harta ya del chantaje constante de Marruecos y de las vulneraciones a los derechos humanos que la comunidad internacional, España incluida, permite.

La humanidad de la ciudadanía muchas veces actúa de manera más lógica que la diplomacia, siempre dispuesta a tragar con lo que sea por mantener relaciones absolutamente incomprensibles. No en vano, ayer mismo la ministra de Exteriores española, en vez de plantear la aplicación de sanciones a Marruecos, afirmó en una entrevista en RNE que quería dejar atrás «cuanto antes» la crisis actual con el reino alauita, abogando por el diálogo y la diplomacia.

Crímenes de lesa humanidad

Sin embargo, un ciudadano español ha decidido hacer lo que ningún gobierno español se ha atrevido a hacer y que, como diría un castizo, ya están tardando: denunciar al rey de Marruecos, Mohamed VI, por crímenes de lesa humanidad.

Según la denuncia, publicada por el portal H50, el hecho de que fuese el gobierno marroquí quien incitara a los miles de migrantes que llegaron a Ceuta, poniendo en peligro la vida de sus conciudadanos, es un delito de lesa humanidad.

«Entre esas 10.000 personas, muchas de las cuales  han atravesado la frontera entre ambos países a nado, al menos un varón ha fallecido. Multitud han llegado ateridas de frío, exhaustas físicamente y desesperadas. Se han visto imágenes aterradoras de bebés congelados de frío y pálidos, salvados in extremis en el mar por agentes de la policía española.

» Otras, en las que un legionario llevaba cuidadosamente en hombros a un niño de nacionalidad marroquí en lo alto de un muro salvando las alambradas que habitualmente impiden el paso entre fronteras. En declaraciones posteriores a los medios, ese legionario confesaba que el niño confió en él inmediatamente cuando le llamó para cogerle y ayudarle, a pesar de la lógica suspicacia que pudiera haber generado a un menor la presencia de un soldado extranjero en la frontera que estaba intentando cruzar ilegalmente, y que en el transcurso en que le llevaba en sus hombros repetía que quería volver a  casa con su madre.

» Otra imagen en la que algún miembro de la Cruz Roja española cogía por un pequeño hueco de otra alambrada a un bebé aparentemente de muy pocos días, ni si quiera meses, que su madre le entregaba del otro lado. Decenas de imágenes en que agentes de las fuerzas de seguridad y de las fuerzas armadas españolas tendían sus manos o incluso alargaban más allá sus porras desde tierra o desde lanchas en el mar para que los migrantes se agarraran a ellas y recogerles extenuados. Muchas otras imágenes de menores de edad llorando desesperados en el mar, tiritando de frío al llegar a tierra, abrazándose desesperados a miembros de la Cruz Roja española que los recibían y atendían tras un penoso, incierto y peligroso viaje a nado», afirma la denuncia.

Fines expansionistas ilegales

Para el denunciante, la utilización por parte de Marruecos de estos miles de personas para la consecución de fines políticos expansionistas e ilegales no sólo es un hecho punible en el derecho español e internacional, sino que «demuestra la vileza y la miseria de unas autoridades salvajes que consideran a sus ciudadanos sólo como una herramienta en lugar de considerar su dignidad como personas».

Por otro lado, la denuncia señala la actitud de las fuerzas marroquíes que abrieron las puertas en el lado de Marruecos e incitaron a jóvenes a pasar al lado español, con el riesgo para la vida de estas personas que significa pasar a nado a España y que, en muchos casos, hubieran muerto de no ser por la ayuda de las fuerzas españolas.

En consecuencia, según la denuncia, lo ocurrido en la última semana, además de ser una crisis fronteriza, no migratoria, supone la comisión de crímenes de lesa humanidad porque esta no es la primera vez que Marruecos utiliza la migración como elemento de chantaje o de extorsión a España y la Unión Europea. Por tanto, se trata de unos hechos que se repiten en el tiempo.  

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