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Dejen que pensemos por nosotros mismos

Diego Ruiz Ruiz
Diego Ruiz Ruiz
Militante del PSOE de Polán (Toledo)
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análisis

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Estamos en un momento donde recibimos una gran cantidad de información. Las hay de todo tipo y en muchos medios pero ya no hay tanta variedad en lo que por ejemplo, se refiere al formato papel. Hay periódicos que cerraron y se quedaron en formato web como PÚBLICO, hay revistas que han cerrado por pérdidas económicas insoportables para esos medios, como son las recientes desapariciones de las revistas TIEMPO e INTERVIÚ de la pasada semana.

Pero lejos de si un medio aparece o desaparece (esto último, me parece una auténtica desgracia), está algo aún más importante por encima de todo y es la labor que debe ejercer, desde mi punto de vista un medio de comunicación: INFORMAR.

A mi juicio, no se está haciendo. A mi modo de ver, el Periodismo es una profesión maravillosa, muy digna, hermosa, sí, pero por desgracia, vendida a los intereses del Capital y no entregada al legítimo derecho que tenemos las personas de acceder a la información.

¿Estoy diciendo por tanto, que los grandes grupos de comunicación están desinformando? En ocasiones, probablemente sí.

Hoy estamos sometidos a un mercado financiero feroz que manda sobre nosotros de una manera descarada. Ahora, se nos vende como “bueno” un partido político como Ciudadanos, que no es sino un ejemplo más de lo que el llamado “establishment” nos quiere vender, no porque sea bueno, no porque sea útil para la sociedad (que es lo que a mi entender debe ser un partido político, una herramienta que sea capaz de dar lo mejor a las personas de manera que pueda resolver sus problemas y llevar una vida lo más digna posible) sino porque es útil a los que mandan.

Te presentan un “paquete” bonito, bien presentado, sin lastre del pasado (o eso, nos hacen creer a los demás), nos lo venden como algo moderado y como tal, lo debemos de tragar sin rechistar.

Como maestro que soy, una de las premisas que siempre he tenido y que he llevado por bandera en mis clases es que ante todo, a una persona hay que enseñarla a que sea libre y para ello, debe saber usar su mente y por tanto, a pensar por sí mismo. No he hecho más que lo que a mí mis maestros me enseñaron. Eso funciona, créanme pero no interesa.

No interesa porque un ser humano libre, es capaz de poder ser dueño de su pensamiento, de su propia obra y por tanto, de su propia vida. Mal negocio para el Capital.

Mientras juegan con nosotros a su conveniencia, no sólo nos venden al “político chic” de turno sino que además, nos entretienen con programas inanes donde no sacas beneficio alguno, se nos esconde la riqueza cultural que este país tiene y que en pocas ocasiones se puede ver en televisión (a excepción hecha de algunos documentales y poco más).

Hoy, la lucha obrera parece no existir (digo parece pero existe, lo que pasa es que interesadamente se esconde el trabajo de los sindicatos, de sindicalistas honrados que hay en nuestro país y que se parten el pecho todos los días por mejorar la vida de los trabajadores) y se sustituye por una vida que debemos de aceptar con resignación, una Educación reproductora, no productiva, no innovadora que haga posible a una persona poder pensar, crear y hacer cosas distintas. Al distinto de lo establecido, aunque sea bueno, se le aparta. Y lo digo con asombro cuando sin embargo, vemos jugar a Messi, el jugador diferente, y a todos nos maravilla, le coronamos como el mejor seamos o no del Barcelona porque simplemente hace cosas en el campo que ningún otro hace (y esto lo escribe alguien que por cierto, es un declarado madridista dicho sea de paso).

¿Qué es lo nuevo? ó mejor dicho ¿qué es lo bueno?, ¿lo que nos venden hasta martillearnos las entrañas o lo que realmente vemos que es así porque nuestro raciocinio nos ha dicho que lo es?

Está claro que para pensar con libertad, hay que formar a las personas. Hay que educarlas en libertad, para que sean capaces de ser algo que parece que ya no interesa: educar a un ser humano para que sea crítico, para que saque la verdad a la luz, para que sepa de verdad lo que la verdad esconde. No. No interesa.

No interesa porque no hay mayor máquina demoledora para el Capital que una sociedad bien formada, una sociedad bien informada, sin engaños, sin mentiras, sin estridencias de ningún tipo. Es más, yo quiero y exijo como ser humano, ser informado sin más. Quiero que me cuenten las cosas sin disfraces, sin ambages de ningún tipo. No quiero que maquillen la realidad, quiero que me cuenten la vida y el mundo tal y como es. No quiero el mundo que ellos me cuentan. No quiero pasar por ahí o ¿alguien se extraña de los recortes en Educación Pública o en Investigación? ¿Acaso si eso no se diera, el poder podría manejarnos de la manera que lo hace? Nos manejaría, tal vez pero no con la claridad y contundencia que lo hace en estos momentos. Y es que, no hay ni mayor meta de la Educación que sacar a un individuo de la ignorancia pero claro, eso no es bueno para el Capital porque entonces, cuanto más formados estemos, menos manejables seremos y por tanto, no podremos ser nunca la marioneta perfecta cuyos hilos puedan mover sobre todo, las élites financieras.

Si algo caracteriza a un auténtico socialista es porque por encima de todo, es una persona inconformista, una persona que no se calla ante las injusticias, que no se cree todo lo que le dicen, porque simplemente se ve en el auténtico deber de buscar la verdad, informarse, contrastar todo lo que lee. Esa es y debe ser para mí, la verdadera lucha y esencia de un socialista, de un hombre de Izquierdas. Acercarse a las élites no nos va a hacer mejores. No es verdad que un socialista tenga que ser pobre porque sí, porque eso va en su ADN particular. No. Un socialista debe buscar siempre que los ricos no sean tan ricos y que los pobres no sean tan pobres y eso, simplemente tiene un nombre: JUSTICIA. Y no hablo de aquella que debe saber administrar un juez, no. No me refiero a las leyes ni a las normas en sí aunque cualquier constitución que se precie, debería tener varias normas fundamentales: el derecho a ser libre, el derecho de una persona a opinar, el derecho de una persona a protestar, el derecho a no conformarse pero también señores, debemos tener el legítimo derecho de poder pensar por nosotros mismos. Y a esa “Constitución” la llamaría “Constitución de la vida en libertad”.

Fijémonos en el caso de PODEMOS. Esa formación política nació supuestamente como respuesta enérgica ante lo que estaba pasando en España. Era una especie de movimiento protesta, de un movimiento que podía estar recogiendo lo emanado de aquella ola de ilusión de muchas personas de este país llamada “15-M” aunque, bien es cierto que ha habido muchas personas que han manifestado que ese movimiento no tenía ni siquiera color político.

Recuerdo cómo se ha desnaturalizado todo. Han querido hacernos creer que ya no existe ni Derecha ni Izquierda y casi diría yo, que lo que no quieren que exista sobre todo es la Izquierda. Sí, esa china en el zapato que tienen los poderosos y que están luchando con todo el ahínco del mundo para eliminarlo o si no eliminarla, transformarla a su conveniencia. Sí, me estoy refiriendo a la que podríamos denominar “domesticación de la Izquierda”. Hagamos una Izquierda dócil, callada, sumisa…en fin una Izquierda que acepte todo, trague con todo y deje de ser la protestona de siempre y es que desnaturalizar la Izquierda no es sino que hacer que ésta deje de ser inconformista que es justo, lo que nunca debe dejar de ser y rebelarse ante todo aquello que esté dañando a la sociedad atacando sus derechos y libertades más esenciales.

¿Alguno cree que estoy mintiendo? ¿Es que acaso no ve nadie que si se calla la palabra libre, triunfan los poderosos?

Yo considero que estamos ante un momento crucial de la Historia de la Humanidad. Hoy, se lleva ser cuidadoso, “moderado”, un “tipo bien”…que acepta sin más los dictados del poder y si se me apura, va bien vestido, tiene una cara mona que llega bien a la gente y con eso, ya está solucionado: tenemos al político perfecto para seguir manejando los hilos del poder a nuestro antojo.

Esto es lo que yo pienso… ¡OH, CIELOS! ¡HE DICHO EL VERBO PIENSO! En fin, quizás ahora ya no se me tome por alguien “políticamente correcto”. O sea, que puede que no caiga bien a los de arriba pero claro, siendo de Izquierdas no puedo caerles bien porque si no, me llamaría Albert y me apellidaría Rivera.

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