Es precioso. Es demencial.

Why so serious? 

Llevaban ya muchos meses, muchas carreras, no dejándole ganar. Tendría que tener dos grandes premios más El Joker Ricciardo en su morral. Pero esta vez sí.

Y como en una película de Batman el coche de Hamilton El Pinguino ha hecho ¡Bang!

Fuego, ¡fuego! ¡bang, bang! Ja ja já.

Why so serious?

Una carrera emocionante, divertida, torpe por parte de los que administran esas normas tan torpes como ellos mismos: sancionando a quien no había que sancionar, y que ha hecho las delicias de todos los niños y niñas -el público no tiene edad- que seguimos las aventuras del Gran Circo de la Momia Ecclestone (ay, ya poquito nos va a durar).

Que se trata de puro circo y los animales, los pilotos, no tienen entre sus habilidosas manos ni un veinticinco por ciento -siendo generosos- del resultado final, es evidente. ¿De qué le ha servido a Alonso ser el mejor conductor durante los dos últimos años? ¿Qué es capaz de hacer Vettel, excepto descontrolarse, con un Ferrari que no logran hacer brillar?

Los pilotos son las caretas. El cuerpo y el cerebro, es el cyborg, la máquina con ruedas y pantallitas y leds, con todos sus esclavos-empleados detrás.

Why so serious?

Se quejaba hoy Hamilton, Lewis Hamilton, actual campeón mundial… por la gracia de Mercedes.

Why so serious?

Lloriqueaba Hamilton, Lewis Hamilton, actual campeón mundial… por la gracia de Mercedes:

-Ay, que este año no me quieren de campeón mundial. Ay, que mi cochecito estalla y tose y sufre de la tripita más que el de mi compañero… Ay ay ay.

Eso sucede

Why so serious?

para que te enteres de que va el juego, que en otro equipo mi buen señor Hamilton no podrías aspirar de ningún modo a ser campeón del mundo en la actualidad, que no eres nadie, absolutamente nadie, y si cualquiera de los otros veinte corredores que forman la parrilla de la F1 actual, todos magníficos, habría ganado con el Robot Mercedes más o menos tantos grandes premios como tú; cualquiera desde Bottas a Button, pasando por Sanz.

Y que tienes razón Ham… Hamilton. Que quizá no quieren que repitas, que te creas más un dios y un inmortal, que ya está bien, que también se merece un poco de brillo Nico Rosberg/Bruce Wayne, que tampoco para Batman va a ser todo obscuridad.

Vudú o tecnología vudú (el gran brujo de ese apartado es Adrian Newey), pero es evidente que el iceberg que hay bajo la cabeza casi invisible del piloto es muy grande, y de un modo u otro siempre sencillo de manipular.

Qué bonito ver al Joker haciendo beber a Bruce Wayne Rosberg de su bota sudada -muy muy sudada- Why so serious? un traguito de alegre champán.

Otro burbon, por favor (y si es posible en vaso de cristal, que si la bota no es mía prefiero no utilizarla para libar).

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