Pedro Luis Pedroso Cuesta, embajador y representante permanente de Cuba en Naciones Unidas, ha denunciado en la ONU el incremento del acoso y de las hostilidades frente a la Misión Diplomática cubana.

En un escrito dirigido al presidente del Comité de Relaciones con el País Anfitrión, al que ha tenido acceso Diario16, Pedroso señala que desde el 24 de noviembre de 2020 las manifestaciones contra la sede diplomática de Cuba se han incrementado y han aumentado en sus niveles de hostilidad. «La gritería, el ruido y las provocaciones resultantes de ellas han perturbado la tranquilidad de la Misión, entorpecido el ambiente de trabajo y puesto en peligro la seguridad de sus miembros», se afirma en el escrito.

Inicio de la denuncia realizada por Cuba

Cuba transmitió a través de notas verbales a Estados Unidos esta situación en la que se denuncia que los promotores de las protestas incumplieron las normas correspondientes establecidas en Nueva York para llevar a cabo esas actividades, entre otras cosas, pegando carteles en la fachada principal del edificio y en los árboles adyacentes, escribiendo mensajes ofensivos en las puertas principales, intentando forzar su entrada en la Misión y deslizando propaganda por debajo de las puertas.

Además, según señala el escrito, se informó a los representantes de Estados Unidos de que, en varias ocasiones, los manifestantes se situaron frente a la entrada y gritaron a través de la puerta principal del edificio, interrumpiendo el acceso a la propiedad, en un acto que podría haber dado lugar a una violación de la inmunidad de la Misión y a una agresión física contra sus miembros. También gritaron insultos por el intercomunicador de la entrada y bloquearon el paso de los transeúntes por la acera.

«Destacamos el hecho de que las autoridades encargadas de la seguridad diplomática de las Misiones Permanentes no siempre han brindado la debida protección a la Misión de Cuba, a pesar de haber sido informadas oportunamente, incluso antes de que ocurrieran estos hechos. El 10 de diciembre, dos agentes de policía del Departamento de Policía de Nueva York permanecieron de pie frente a la puerta de entrada de la Misión hasta que llegaron los manifestantes, momento en el que regresaron a su auto. A pesar de que los manifestantes colocaron una cuerda que bloqueó la entrada a la Misión, los agentes no intervinieron», señala Pedroso.

En la denuncia, el embajador cubano advierte que la tolerancia de esos actos, la falta de una respuesta apropiada de las autoridades de los Estados Unidos y, en consecuencia, la impunidad con que actúan esas personas podría alentar una peligrosa intensificación de ese tipo de actos, que podría dar lugar a que se perpetraran atentados terroristas contra la Misión Permanente de Cuba u otros actos que podrían plantear una amenaza para la seguridad de la Misión y de su personal.

Estados Unidos está obligado, según la Convención de Viena a «adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad».

«Queremos recordar que, en el pasado, este tipo de manifestaciones han tenido serias connotaciones debido a su carácter violento, y que en ellas se ha llegado incluso a causar lesiones físicas a diplomáticos cubanos. Recordamos también que este mismo año, 2020, la Embajada de Cuba en Washington D.C. fue atacada con un fusil de asalto por un terrorista de origen cubano», afirma Pedroso en su escrito de denuncia.

Tanto el ataque contra la Embajada en Washington como los recientes actos dirigidos contra la Misión de Cuba ante las Naciones Unidas en Nueva York son, según se recoge en el escrito, «resultado directo de la política y del discurso agresivo y de odio del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba y de la incitación permanente a la violencia por parte de políticos estadounidenses y de los grupos extremistas anticubanos que han convertido este tipo de agresiones en un modo de vida».

Finalmente, Pedroso rechaza en los términos más enérgicos estos actos y la impunidad con la que las personas mencionadas han perpetrado delitos y lanzado amenazas contra funcionarios cubanos, y ha reclamado a Estados Unidos que adopte todas las medidas necesarias para garantizar la debida protección de la Misión Permanente de Cuba y su personal.

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