El mundo entero está dividido en solo dos grandes facciones, los que quieren que Hamilton ganr el mundial y los que quieren que lo gane Max Verstappen. Ya no importan las razas, ni las ideologías políticas, y ningún tipo de mariconada de playa.
¡BATALLA!
No recordamos haber esperado un gran premio con tanta ansiedad, expectativas, ganas. Hemos mirado el dibujo de circuito de Sochi una y otra vez, leído los comentarios sobre las posibilidades de adelantar, revivido en nuestro interior los episodios anteriores de la gran batalla: los adelantamientos imposibles, la salida en solitario de Hamilton en una parrilla, los accidentes de Silverstone e Italia…
Suenan los tambores de guerra, las caras con colores pintados, la tensión y los nervios se tensan y estallan.
Solo se llevan 5 puntos de diferencia.
La mesa está servida: Estamos ansiosos para comernos sin masticar hasta el último minuto de entrenamientos libres, la clasificación y la verdadera batalla.
HASTA AGRADECEMOS las decisiones de Aparente Cobardía de la FIA.
Que gane el mejor, y si lo hace nuestro favorito el subidón nos va a durar al menos dos semanas: hasta Turquía.
Tigre Tigre