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Crónicas de la Revolución Cubana

Lois Pérez Leira
Lois Pérez Leira
Coordinador Estatal de la Campaña por un 2016 sin Bloqueo a Cuba
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análisis

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Salvador Allende fue un gran amigo de Cuba.  Visitó este país en varias oportunidades. La primera vez fue en  marzo de 1959, a los pocos meses de haberse producido la victoria revolucionaria. En aquella oportunidad lo recibe Fidel Castro y Ernesto Guevara. Fue la primera personalidad política latinoamericana que visito a este país. Cuando Cuba hoy está en todas las noticias del mundo por su personal médico y su actitud solidaria, en la lucha contra la pandemia del Coronoravirus, es muy importante recordar este hecho internacionalista. Aunque algunos historiadores cubanos cometen el error de señalar que la Primera Brigada Internacionalista, fue la realizada a Argelia en 1963.

Primera misión internacionalista

En la madrugada del 21 de mayo de 1960, poco después de las 6 de la mañana gran parte del territorio nacional despertó con dos fuertes movimientos sísmicos. La noticia no tardó en llegar: terremoto 7,3º en la escala de Richter, con epicentro cerca de Concepción.

Ante los intensos terremotos y maremotos sufridos en Chile, en los que perdieron la vida miles de ciudadanos de ese país, entonces bajo el gobierno nada amistoso del presidente Jorge Alessandri, Cuba antes que ninguna otra nación del mundo, le hizo llegar su ayuda desinteresada, para dar comienzo a la primera manifestación de su solidaridad internacional en el campo de la medicina. Siendo el doctor y General de Brigada Fernández Mel, el encargado de presidir una delegación sanitaria internacionalista.

Se lo recuerda como el Gran Terremoto de Chile, según los científicos el más grande registrado en el mundo. El propio Fernández Mel nos cuenta en La Habana, hace unos años y nos muestra las fotos de aquella primera brigada internacionalista:

“Hacía pocos meses que había triunfado la Revolución Cubana. Desde que llegamos a La Habana conviví en las distintas casas, donde vivió le Che junto a Aleida. A parte de mi trabajo militar, mi primera tarea política fue hacerme cargo del Colegio Médico de Cuba. En estas circunstancias la noticia del terremoto  se difunde por todo el mundo.  Guevara informado de la dramática situación que vive Chile y tras consulta con Fidel me encomienda a través del Colegio Médico y de forma urgente, preparar una  brigada compuesta por personal médico y sanitario.”

Años antes de ocupar la presidencia, Allende ya era reconocido internacionalmente, y Cuba tuvo el honor de recibirlo en 1959, año en que se entrevistó con Fidel y con el Che.

Guevara aun vivía en la casa del matrimonio Guevara, no se había casado todavía con la famosa actriz Odalys Fuentes. Según el mismo cuenta:”Una noche al llegar el Che a nuestra casa, lo primero que hace es hablarme del terremoto. Allí planificamos que hacer. Como enviar de forma urgente un equipo con varios médicos y enfermeros. También era necesario llevar material sanitario”. La delegación no podía ser muy grande. Fernández Mel sugirió que fuera de la brigada el destacado medico Roberto Luis Guerra Valdés. Durante el tiempo que estuvo la brigada internacionalista en el sur de Chile, Salvador Allende estuvo atento a todos los requerimientos logísticos que tuvieran. Esta misión solidaria fue la primero en llegar de otros piases del mundo y conto con toda la solidaridad del pueblo argentino y el agradecimiento del pueblo chileno.

El doctor Salvador Allende Gossen, entonces Senador de la República de Chile, de visita en 1961 a La Habana, saludaría con palabras de agradecimiento aquella actitud solidaria del gobierno de Cuba. En un acto multitudinario diría: “Yo vi a Cuba movilizarse. Oí la palabra fraternal y humana de Fidel Castro llamando a todos los gobernantes del mundo y vi al presidente Dorticós, a los líderes de la Revolución, como Raúl Castro y el Che Guevara preocupados, interesados con lo que sucedía en Chile y conversé con ellos y pude darme cuenta como más allá de la obligación que tienen los gobernantes, estaba la actitud de ustedes, del pueblo de Cuba.  Vi los camiones pasando por las calles de La Habana y vi la generosidad anónima del que entrega lo que le hace falta y que vale mucho más que lo que entregan los países ricos como Norteamérica, que nos da migajas que ha arrancado de nuestras propias riquezas; y yo fui testigo principal del trabajo sacrificado de hombres del Ejército Rebelde que llegaron con el primer autogiro y que fueron destacados en la zona más austral de Chile, y llegué hasta allí con mi compañero, colega y amigo, Oscar Fernández Mel, en su calidad de presidente del Colegio Médico de Cuba.  Alcanzó el doctor Fernández Mel la provincia más lejana, donde hay un clima tan distinto al de ustedes, en donde la lluvia y el frío y el viento implacablemente mojan el cuerpo y entumecen el alma y allí estaban símbolo de esta Cuba nueva […] También a lo largo de las otras provincias, el doctor Roberto Guerra y otros colegas fueron dando, junto con enfermeras de ustedes, la fraternidad nueva, con el nuevo lenguaje de los pueblos nuevos» (Allende S. Charla ante los trabajadores de salud pública. Ed. MINSAP. La Habana, 1961).

Con el transcurso de los años Allende volvió a visitar Cuba y particularmente también lo hizo cuando ya era Presidente de Chile.

En diciembre de 1972 fue recibido en forma multitudinaria por el pueblo de La Habana.

Incluso después en un gran acto de masas efectuado el día 13 en la Plaza de la Revolución “José Martí, en La Habana, él habló y también lo hizo Fidel, quién en esa oportunidad al destacar la actitud de Allende hacia la Revolución Cubana aseguró que él le otorgó al proceso revolucionario cubano una confianza ilimitada y su amistad más firme.

Allende señalo: “Vine, por vez primera, en enero de 1959 y prácticamente todos los años, hasta 1968, concurrí a Cuba para estar junto a su pueblo y ver cómo se afianzaba su conciencia revolucionaria, cómo los conductores de la revolución y cómo Fidel Castro daban el ejemplo de una voluntad creadora para derrotar al imperialismo y hablar el lenguaje de solidaridad a través del mundo.

Vine a Cuba y tuve la oportunidad y el privilegio, junto a estar al lado del guajiro, del estudiante y el soldado, de conocer a hombres que tuvieron y tienen influencia decisiva en el proceso revolucionario latinoamericano.

Conversé con Camilo. (Aplausos.) Y más de una vez mis manos arrojaron al mar, en nombre de mi pueblo, las flores que se juntaban con las de ustedes para recordar al guerrillero desaparecido. (Aplausos.)

Creo que tengo derecho, y me honro al hacerlo, a decir que fui amigo del comandante Ernesto Che Guevara. (Aplausos.) Y guardo un ejemplar de su libro Guerra de guerrillas, que me dedicará fraternalmente. Y con su espíritu amplio, me decía allí con su letra dibujada por la fraternidad: «A Salvador Allende, que por otros medios busca lo mismo. Afectuosamente, Che». (Aplausos.).”

La primera gesta de solidaridad internacionalista de Cuba quedara eternamente en el recuerdo de los pueblos.


Bibliografía.

Testimonio oral de Oscar Fernández Mel

Salvador Allende, cuaderno 72 de Historia de la Salud Pública, 1978.

Salvador Allende , Discurso del 13 de diciembre de 1972  La Habana.

Primera Brigada Internacionalista cubana a Chile en 1960.

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