Mariano Rajoy lo decidió personalmente. Cristina Cifuentes, la presidenta de Madrid, está siendo utilizada en la campaña como el principal activo del PP para recuperar los votos perdidos, a pesar de que los sondeos pronostican la pérdida de un escaño en la Comunidad. El “tirón” de Cifuentes,  dicen en fuentes de Génova, es “la eficacia de su gobierno que cada vez cuenta con más apoyos”, y, lo más importante, “la ausencia de casos de corrupción que la salpiquen” aunque esto no es del todo cierto.

Durante este fin de semana, Cifuentes ha participado en varios mítines en Andalucía, Salamanca y Ávila. Y se cuenta con ella para participar en actos en Palma de Mallorca y Castilla y León. El resto de la campaña se “pateará”, literalmente, los municipios madrileños, simultaneando mítines con sus labores de gobierno. Mariano Rajoy contó con ella para el acto de apertura en el madrileño templo de Debod. Además, tendrá una relevante participación en la clausura. Incluso, en ámbitos políticos, se destaca que por encima de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría relegada en estos comicios a un discreto segundo plano.

No obstante, los analistas matizan que las razones esgrimidas por el PP para utilizar a Cifuentes como el principal activo en esta campaña electoral no son del todo ciertas. Es verdad que alcanzó un pacto de gobernabilidad con Ciudadanos. Pero también es cierto que este pacto, ahora mismo, corre serio peligro. Ciudadanos amenaza a la presidenta con romperlo si no se estudia la situación del parlamentario Daniel Ortiz, vinculado al Caso Púnica en su época de alcalde de Móstoles. Ortiz, ha sido señalado por el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, porque “en su mandato como alcalde se detectaron presuntos casos de corrupción en la localidad”. Al ser aforado, su causa ha sido trasladada al Tribunal Superior de Justicia de Madrid que debe nombrar un instructor y decidir si se le imputa, -investigado se llama ahora-. Esa circunstancia es en la que se apoya Cifuentes para no pedir su dimisión. Todavía no está imputado y, según ella, hasta que no lo esté, si es que llega a estar, no se “está incumpliendo el acuerdo con Ciudadanos”. En el partido de Rivera no se está de acuerdo con este planteamiento y ha pedido una reunión con Cifuentes.

A la Presidenta no sólo le salpica este asunto en el Caso Púnica. El “número dos” de esta campaña electoral, Jaime González Taboada, también diputado de la Asamblea de Madrid y consejero de Medio Ambiente, ha sido señalado por el “cerebro” de la trama, David Marjaliza, como uno de los implicados. Pero es que, además, Alejandro de Pedro, el “conseguidor” de la Púnica, dice haberse entrevistado con Cifuentes en la asamblea. Extremo que no ha podido ser confirmado. Lo que sí parece ser cierto es que existen tuits entre ambos en uno de los cuales, Cifuentes le dice: “si tengo un momento te invito a un café”.

Rajoy ha decidido que Cifuentes sea “el cartel electoral del PP”. Pero las razones que esgrimen en el aparato de Génova no son del todo convincentes.

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