Arabia Saudí y Canadá están inmersos en una batalla dialéctica a través de Twitter. Lo que comenzó con un mensaje de la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá en relación a la detención supuestamente arbitraria de una defensora de los derechos de la mujer entre otros activistas, ha finalizado en una crisis diplomática entre ambos países.
“Muy alarmados de conocer que Samar Badawi, la hermana de Raif Badawi, ha sido encarcelada en Arabia Saudita. Canadá se mantiene unida a la familia Badawi en este difícil momento, y continuamos firmemente pidiendo la liberación tanto de Raif como de Samar Badawi» decía el mensaje de la ministra Chrystia Freeland.
Very alarmed to learn that Samar Badawi, Raif Badawi’s sister, has been imprisoned in Saudi Arabia. Canada stands together with the Badawi family in this difficult time, and we continue to strongly call for the release of both Raif and Samar Badawi.
— Chrystia Freeland (@cafreeland) August 2, 2018
Al día siguiente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá publicó un tweet pidiendo a Arabia Saudí que «libere inmediatamente» a Samar Badawi, así como a «todos los demás activistas pacíficos de derechos humanos«.
Canada is gravely concerned about additional arrests of civil society and women’s rights activists in #SaudiArabia, including Samar Badawi. We urge the Saudi authorities to immediately release them and all other peaceful #humanrights activists.
— Foreign Policy CAN (@CanadaFP) August 3, 2018
En los últimos dos días, Arabia Saudí ha declarado al embajador canadiense «persona non grata» y le ha dado 24 horas para abandonar el país. Los saudíes también han llamado a su embajador desde Canadá y han suspendido «todas las transacciones comerciales nuevas e inversiones vinculadas con Canadá». Asimismo, los vuelos directos a Toronto por parte de la aerolínea estatal saudita han sido cancelados.
En aspecto generales, la disputa está relacionado con la reciente detención de varios activistas de derechos humanos en Arabia Saudí. Sin embargo, la batalla va más allá y tiene que ver directamente con el nuevo príncipe heredero del reino, Mohammed-bin Salman y su perfil muy alejado del salvador liberal del Medio Oriente que anunciaban desde su llegada los medios.
Los activistas saudíes
La disputa comenzó a principios de la semana pasada, cuando Amnistía Internacional supo que varias activistas saudíes de los derechos humanos, incluidas Samar Badawi y Nassima al-Sada, habían sido detenidas por las autoridades sauditas.
«Ambos han sido repetidamente perseguidos, acosados y sometidos a prohibiciones de viaje por su activismo de derechos humanos», dijo Amnistía en un comunicado el miércoles.
«Parece que Samar Badawi y Nassima al-Sada están siendo nuevamente perseguidos por su trabajo previo en derechos humanos y, de ser así, deberían ser liberados de forma inmediata e incondicional», agrega la declaración.
Badawi, una activista aclamada internacionalmente por derecho propio, es la hermana de Raif Badawi, un bloguero disidente saudí que ha sido encarcelado por el gobierno saudita desde 2012 bajo cargos de apostasía e «insultar al Islam a través de canales electrónicos».
La esposa de Raif Badawi, Ensaf Haidar, y sus tres hijos han estado viviendo en Quebec, Canadá, desde 2015 tras escapar de la persecución. El día de Canadá de 2018, Haidar y los niños se convirtieron en ciudadanos canadienses.