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COVID19: el «Proyecto Manhattan» de las élites contra la raza humana libre

Manuel Domínguez Moreno
Manuel Domínguez Moreno
Periodista, escritor, sociólogo, politólogo y perito en procesos de paz a nivel nacional e internacional
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análisis

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«Somos hijos de la misma tierra y estamos en guerra». Esta es la estrofa de una canción en la que, en referencia a otra crisis humanitaria, se daba en el clavo: los seres humanos estamos en peligro porque el 1% que concentra el 82% toda la riqueza del mundo aspira a conquistarlo todo, a ser los amos de todo, a someter a la humanidad como Sauron con el anillo de poder: «Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas».

La crisis del coronavirus es la nueva fórmula que están utilizando estas élites, estos sectores que controlan el verdadero poder, para imponer sus intereses. No piensen que esto ha sido un brote vírico casual, una mutación espontánea. No. Esto es un ataque directo al ser humano a través, nuevamente, de la imposición del miedo.

El filósofo Thomas Hobbes fue uno de los primeros en plantear una relación directa entre el terror como elemento político y de construcción del Estado. La crisis del coronavirus es una muestra evidente de cómo se está utilizando el miedo como elemento de sumisión de las personas a las clases dominantes. No hay más que ver el miedo y la psicosis que se está generando y las consecuencias microeconómicas que ya está teniendo. Hay que recordar cómo los expertos y estudiosos de los métodos de tortura han llegado a la conclusión de que sólo en estado de crisis psicológica provocada por el miedo, el individuo entra en una situación de vulnerabilidad extrema que lo hace perfectamente manipulable.

Si volvemos la vista atrás nos encontramos múltiples ejemplos de sometimiento por el miedo con fines políticos, sociales o económicos. Las élites tienen tanto poder que esa manipulación es tan sutil que es muy complicado darse cuenta. Uno de los puntos fundamentales de ese manejo del miedo como elemento de sometimiento es el aprovechamiento de los momentos de contingencia provocados por una crisis o un peligro, tal y como está ocurriendo ahora con el coronavirus, para imponer medidas de subordinación que en circunstancias normales serían rechazadas por la ciudadanía.

Las dictaduras privadas del capital han aprendido de las dictaduras políticas. Las primeras no tienen ideología ni color, salvo, evidentemente, el verde del dólar. En situaciones de miedo las élites pueden imponer a los gobiernos las medidas que más les favorecen, independientemente de si las consecuencias serían catastróficas para la población. Como ésta se encuentra en estado de shock, se aceptan. La crisis de 2008, que ahora tanto se evoca, sirvió para que las clases dominantes pudieran imponer políticas austericidas y neoliberales que aumentaron la desigualdad y la precariedad al mismo ritmo que el número de millonarios.

Estas clases dominantes, además, controlan a través del big data el flujo de información y los canales de comunicación que llegan a las personas que están aterradas. Se está atacando a la propia democracia, poner en duda su eficacia frente a una crisis global de este tipo. ¿Cómo lo están haciendo? El coronavirus surgió en China y se está generalizando un peligroso mensaje por la gestión que el país asiático de la crisis sanitaria: las autarquías son más eficientes que las democracias y se ponen ejemplos como la construcción de hospitales en 10 días o la imposición del aislamiento sin que la población se rebele o proteste. Todo eso lo contraponen con la gestión que se hace en los países democráticos de la Unión Europea. Sin embargo, lo que no se dice en esos mensajes es que China ha necesitado de casi 50 días para que la reducción del número de contagios y que en países como Italia o España apenas se llevan 15 días de gestión y que se está en la fase de mayor número de contagios. No se trata de una mala gestión, se trata de que una pandemia tiene fases, y en China están ya en la fase descendente, mientras que en la UE se está en la ascendente.

¿Por qué se utiliza una pandemia como elemento de miedo para socavar a los regímenes democráticos frente a las autarquías o las dictaduras? Porque las élites viven mejor con gobiernos que no están controlados por el pueblo y que, directamente, los someten.

La desinformación también es un elemento que se está utilizando a través de estrategias de big data. Además del creciente número de bulos que corren por las redes sociales o por las aplicaciones de mensajería, nos encontramos con supuestos análisis económicos del éxito de China en el manejo de los mercados. Foros y blogs se han llenado de la supuesta Operación Jaque Mate por la que «la astucia» del presidente chino y su control de la economía han servido para mantener a flote los recursos económicos soberanos del país asiático. Todo ello comenzó a circular, casualmente, cuando las bolsas occidentales estaban cayendo. Un nuevo elemento de comparación para favorecer a las autarquías frente a las democracias.

El coronavirus es la I Guerra Mundial del siglo XXI, no lo duden, es el intento de sometimiento por parte de las élites, de las dictaduras privadas, que quieren someter a la humanidad para seguir obteniendo beneficios. El miedo es su mejor aliado y nadie, nadie, puede caer en la tentación de bajar los brazos. Al coronavirus se le va a vencer siempre que todos seamos responsables y sigamos las recomendaciones e indicaciones de las autoridades elegidas por el pueblo. Las ciudadanías libres del mundo, unidas, son mucho más fuertes que las clases dominantes y, con responsabilidad y fortaleza, terminarán venciendo esta guerra que se ha iniciado en los grandes centros de poder.

Coronavirus: la I Guerra Mundial del siglo XXI

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