China acaba de anunciar el registro en su oficina de propiedad intelectual y patentes de una propuesta de vacuna contra el COVID-19 para que sea producida en un corto periodo de tiempo, según ha informado El País.
El tiempo que habrá que esperar para ello no se ha especificado, pero sí se conoce que esta propuesta de vacuna está en la tercera fase, ha sido desarrollada por el Instituto Científico Militar y la compañía biofarmaceútica CanSino Biologics es quien está desarrollándola.
Los ensayos se han realizado hasta la fecha en militares del ejército chino, de Arabia Saudí, Rusia, Brasil y Chile, que se han prestado voluntarios.
Los resultados de los ensayos de esta vacuna sí que han sido públicos y publicados en The Lancet, la revista científica de reconocido prestigio.
Según un comunicado de CanSino, «la patente es una garantía que confirma la eficacia y seguridad de la vacuna», y han afirmado que la producción masiva puede llevarse a cabo de manera rápida y fácil, consiguiendo una respuesta inmune celular y humoral en poco tiempo.
Me temo que, siendo china, patentar su vacuna no le sirva de mucho frente al mundo «democrático». Viendo lo que le hacen con su G-5.