Según informa el diario Welt, «Suecia ahora está preocupada: cientos de personas están infectadas en hogares de ancianos».
Y es que, en Suecia han decidido plantarle cara al COVID-19 «a su manera»: mantienen a los niños yendo a las guarderías, colegios, la gente sigue acudiendo a la universidad, los comercios están abiertos. Eso sí, han aplicado medidas de seguridad para los mayores de 70 años.
Los informes que están recibiendo en el gobierno sobre la evolución del virus en Suecia están comenzando a generarles dudas al respecto de si han tomado la decisión más acertada. Supuestamente, cientos de personas mayores habrían contraído COVID-19 en las residencias de ancianos, algo que pensaban que no sucedería por las extraordinarias condiciones en las que se creía que estaban allí atendidos los mayores.
La alarma surge en Estocolmo: según han informado hoy los medios locales, un servicio de enfermería ha dado la voz de alerta, denunciando que hay 250 ancianos infectados en los hogares de ancianos de la región. Cincuenta de ellos habrían fallecido ya.
El epidemiólogo de referencia para el gobierno, Anders Tegnell ha informado hoy en su rueda de prensa de que se están recibiendo señales desde Estocolmo, y también de otros lugares del país, de que podría haber más casos en hogares de ancianos. Por eso se ha mostrado preocupado.
Las visitas a los hogares de mayores habían sido prohibidas por el gobierno, precisamente desde ayer, 1 de abril.
Hasta ahora han fallecido en Suecia un total de 282 personas por COVID-19. 178 en la región de Estcolmo. A nivel nacional se han reportado un total de 5500 casos positivos.
