Paco León es un profeta revolucionario. Ya nos lo advirtió durante años. Salía disfrazado de mujer acursilinada y parodiaba los programas de corazón educados (no los de la 5, y eviten rimas innecesarias) en los que un discurso pomposo y lleno de tópicos pseudoliterarios describían, en realidad, la vida privada o el cuarto de baño de un famoso o una conocida universal por su cuna. Nos hacía gracia entonces; ingenuos, estaba anunciando qué sería de la prensa audiovisual (¿y escrita?) del futuro, de hoy.

Una cosa es el entretenimiento y otra cosa es la prensa deportiva, ésa que pone en las contraportadas de sus periódicos señoras jamonosas semidesnudas en plenitud de recauchetado. Por favor, ¿estudiamos una carrera en la Universidad para hacer crónicas sobre cómo se tiñen, o cómo remojan su culo en el Mediterráneo señores de usos ostentosos y chabacanos, como un tal Messi y otro llamado Ronaldo? La prensa deportiva (que por otra parte procuro no consumir) se ha convertido en una prensa del corazón que contribuye a la creación del famoso como objeto por sí mismo, más que a la difusión de la información relevante. Y si malo es que este pseudoperiodismo se haya convertido en oficio, peor es la existencia de un público que lo consume. Con la mierda del todovale y el respeto hipócrita a la libertad de cada cual, no se puede llamar a esto abiertamente basura, y a quien lo consume con su nombre. Ahí tenemos a un tipo normal, presidiendo el país y jactándose de la lectura diaria de esta bazofia, porque, como Franco, él lo que hace para evitar problemas es no meterse en política.

Y si uno ve los informativos televisivos, ¿no están tomando la misma deriva? La burda manipulación informativa es tan evidente que hace falta ser oligofrénico para no verla; Antena 3, verbigracia, exponía datos sobre el Informe Chilco y daba a entender la maldad de Bush y Blair sin nombrar siquiera a ese personaje padre de casi todos los males de España llamado don José María Alfredo Aznar López, a pesar de que objetivamente había dos pasos periodísticos que cubrir: primero analizar la credibilidad del informe, y si lo sacas al aire porque es relevante: consecuencias, ¿será nuestro Presidente (a quien seguimos pagando) juzgado en un tribunal internacional por crímenes de guerra? Por cierto, ¿cómo es posible que este personaje, tan endeble desde todos los puntos de vista, tenga algún prestigio aún en este país?… pasa como con el público-basura, preocupante no es que él se lo crea, sino que haya gente que lo sostenga.

Vi la retransmisión de ese rarogolpe turco en Canal 24horas, el canal público de noticias; ya sé que improvisar es difícil, pero la gerontotertulia de estrambóticos personajes, que recuerdan en demasía a jubilados decadentes de película americana en Miami, sostuvo un rato, frente a la sensatez de un único contertulio, que a veces un golpe de estado es necesario dada la necesidad internacional de un determinado orden… No salía de mi asombro, y otra vez me acordaba del bochorno internacional cuando el Gobierno de Aznar se precipitó a apoyar otro golpe contra Hugo Chávez hace algún tiempo. Lógicamente el fracaso fue modulando las opiniones hasta declararnos todos a favor de la democracia y el orden constitucional, como siempre. Que Erdogan es el Putin árabe creo que lo sabemos todos, pero de ahí a… por otro lado, ¿cómo vamos a responder a este otro golpe de purgas que está dando él?

Anécdotas insustanciales, tópicos recurrentes según la fecha del año, señora de pechera vistosa o culo prominente garantizada si salen imágenes de playas en los telediarios, periodistas que hablan del fervor y la fe en las procesiones de santos y vírgenes, que describen la barbarie de fiestas populares como si todo oyente estuviera de acuerdo en la normalidad del espectáculo, tertulias de lerdos que saben de todo, eso sí: evitando ofrecer imágenes que pudieren dañar la sensibilidad del espectador… a mí, que me doy por dañado con lo que ahora me muestran…

Detrás de la prensa hay un negocio, no hace falta aclararlo, y es legítimo; pero pasa como con la Literatura o la Música o cualquier Arte, ¿es el mercado quien determina el criterio? Ahora que el ingenio o la creatividad han sustituido al Arte, ¿el entretenimiento se cargó a la información? Nuestros políticos juegan a esto como estrategos, se permiten hablar sin preguntas, mandar las noticias ya redactadas por sus gabinetes de prensa, controlar a la prensa como una herramienta más de su propaganda y sus tácticas. Hace falta un meaculpa, ser más conscientes de la importancia del Cuarto Poder en una democracia no ya para exigir sino para ejercer la responsabilidad, aquí no hay movimientos simples ni lineales: una prensa seria, lentamente, genera un público serio, que demandaría más rigurosidad a una prensa más seria; ése es el camino, no preguntemos a los otros qué hacen, pongámonos cada uno en camino.

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