La medida establecida por el Gobierno de la Comunidad de Madrid supone que muchos docentes, pero también padres y madres tengan que trabajar desde casa durante, al menos, estas dos próximas semanas.
Una medida que ya se había tomado por parte de grandes empresas como Twitter, Google, Apple o Ikea y que abre la puerta al «teletrabajo».
Esta forma de trabajar permite conciliar con mayor facilidad la vida laboral con la familiar, abarata costes de traslado o alquiler de oficinas y da la posibilidad en muchos casos de una mayor flexibilidad, aunque por otro lado, te dificulta también mantener un horario fijo laboral, estás disponible para tu trabajo durante mucho más tiempo y si tienes que hacerte cargo de otras personas, puede resultar muy estresante.
A continuación algunos consejos para que el teletrabajo sea eficaz, al menos durante estos días.
1.- Procura mantener las pautas habituales: higiene y disciplina.
Que trabajes en casa puede permitir que te ahorres el maquillaje o el traje más formal. Pero procura no caer en la desidia: mantén tus hábitos de higiene, como si fueras a trabajar. Vístete -aunque estar en casa te permita hacerlo de manera más cómoda-, y quítate el pijama. Es la primera pauta para la predisposición y enfocar tus objetivos en las tareas que tienes que hacer.
2.- Crea un espacio de trabajo solamente para ti.
Que estés trabajando en casa no significa que tu responsabilidad sea menor o que no necesites tu tiempo, las condiciones necesarias para concentrarte o atender llamadas. Busca un lugar de tu casa donde puedas estar trabajando sin distracciones ni molestias. Explícale a quienes viven contigo que tienes que trabajar y, durante ese tiempo, es como si no estuvieras en casa.
3.- Organización máxima
Estar en casa relaja y puede hacer que te cueste enfocar las tareas que tienes que llevar a cabo. Siéntate, apunta en un papel qué es lo que tienes que hacer durante esa jornada laboral y procura no distraerte con cosas que no podrías hacer en la oficina. Trabajar desde casa permite centrarte en los objetivos y si te lo propones, serás más eficaz y terminarás antes porque sabes que estás ganando tiempo.
4.- No te olvides de descansar
El hecho de que estés trabajando en un entorno confortable para tí, puede hacer que desconectes tanto del mundo que te olvides de tomar las pausas que normalmente sí harías en la oficina: el café o los cinco minutos de charla con tus compañeros. Oblígate a descansar y a desconectar. Estira las piernas, tómate un vaso de agua…
5.- Procura no hacer excursiones a la nevera
En la oficina probablemente tengas café y galletas, y la comida que cada uno se lleve de casa. Pero lo que seguro no tienes es tu despensa, tu nevera, esas galletas tuyas o esa bolsa de patatas fritas.
No caigas en la tentación de ponerte a comer como si estuvieras en casa de vacaciones. Mantén la disciplina, tu dieta saludable y procura mantener las pautas que tendrías si fueras a trabajar a la oficina.
6.- Evita la procrastinación
En casa es muy común que te entretengas antes de sentarte en la silla con esa pelusa que acabas de ver, y que eso inicie un proceso que termine con la limpieza general de ventanas y persianas. No. Di que no en cuanto veas que vas a destinar tu energía, tiempo y atención a labores que no son el trabajo que tenías que hacer.
La pelusa, los cristales, o dar un repaso a los baños se ha de hacer en otro momento. Procura tener en cuenta las horas del día y las tareas con las que tienes que cumplir dentro de unos horarios. Si tu trabajo te permite hacerlo en otros horarios y prefieres organizarte de otra manera, siempre ten en cuenta que trabajar en casa tiene el riesgo de que vas a tener que echar fuerza de voluntad ante las distracciones.
7.- Ponte una hora de cierre.
Suele suceder que como trabajas en casa, lo vas dejando, lo vas dejando… te tomas tu tiempo… y al final no terminas nunca de trabajar. Como nadie se marcha, como nadie cierra la oficina y como perdemos la noción del tiempo, es muy probable que te despistes y termines trabajando más horas de las que deberías.
Ponte una alarma (o varias) que te avisen de horas concretas para que no se te vaya el tiempo volando. Y sobre todo: recuerda separar tus horas de oficina de tus horas de convivencia y relax en tu casa. Mantener esas líneas de forma tajante te ayudará a concentrarte mejor cuando tengas que trabajar y a relajarte mejor cuando estés de desconexión. Evitarás también discusiones familiares: la agenda que nunca termina no es buen aliado para la conciliación de la vida familiar.
8.- No te aísles
Mantén el contacto con los compañeros de trabajo. Saludarse, comentar alguna cuestión y mantener los vínculos (no solamente en ámbito estrictamente profesional, sino también personal y de compañerismo). Es importante saber que están ahí y que puedes hacer algún comentario, alguna distracción. Para mucha gente, sentirse solo es un bloqueo a la hora de concentrarse. Si eres coordinador o responsable de un grupo es bueno que pienses en crear una herramienta donde todos puedan charlar y mantener el contacto entre ellos en horario laboral.
