Si quieres tener una buena salud y mantenerla durante el mayor tiempo posible, es conveniente que comiences cuanto antes a cambiar aquellos hábitos que no son nada saludables y los sustituyas por otros que te ayudarán a tener un cuerpo más saludable.
Muchas veces, con el ritmo de vida acelerado que se suele llevar en la actualidad, nos olvidamos de lo importante que es la salud. Sin salud no podemos disfrutar de la misma forma de la vida, por ello hay que aprender a cuidarnos y a apreciar nuestro cuerpo. A continuación, te proponemos una serie de hábitos saludables, que puedes incluir en tu rutina diaria y que te ayudarán a mantener una buena salud.
Tener una correcta higiene bucal
Una buena limpieza bucal diaria es necesaria para tener una buena salud. Aunque cada vez estamos más concienciados con la salud de nuestros dientes, todavía hay personas que no le dan la importancia que merecen. En la boca se acumulan bacterias que pueden dañar el esmalte de los dientes y que provocan la aparición de caries y de sarro.
Para evitar las posibles enfermedades bucales, debemos seguir a diario una correcta higiene bucal. En primer lugar, es esencial que cepillemos los dientes muy bien un mínimo de 2 veces al día, sin olvidarse de la lengua. Además, es importante renovar el cepillo cada tres meses, pues cuando están muy desgastados son menos efectivos.
Por otro lado, se pueden utilizar otros accesorios para la limpieza, como el hilo dental, un colutorio o un irrigador bucal. Este aparato dental permite realizar una limpieza en profundidad, eliminando bacterias y reduciendo la placa bacteriana y el sarro. Por ello, puede ser un buen complemento para utilizar junto con el cepillado, el enjuague bucal y el hilo dental.
Mantener una buena hidratación
La mayor parte de nuestro cuerpo está formada por agua, por lo que necesitamos estar hidratados para mantenernos sanos. Se suele escuchar muy a menudo que lo ideal es beber 2 litros de agua al día.
En realidad, no todo el mundo necesita la misma cantidad de agua, ya que todos somos distintos. Es el mecanismo de la sed el que regula la cantidad de agua que debemos tomar. Por ello, simplemente hay que escuchar a nuestro cuerpo y beber cuando tengamos sed, y especialmente en los días muy calurosos o cuando hagamos ejercicio.
Además, no solo debemos hidratarnos bebiendo agua. También existen otras fuentes de agua muy importantes, como la frutas, los vegetales, el té, etc.
En cuanto a los bebés y los ancianos, sí es importante recordarles la necesidad de beber agua, ya que su mecanismo de la sed no está igual de bien regulado.
Controlar la presión arterial
Para controlar nuestro estado de salud, sobre todo a partir de cierta edad, es recomendable medir la hipertensión de forma frecuente, para evitar posibles riesgos que se pueden derivar de tener la presión arterial alta.
Es conveniente disponer de un buen aparato para medir la presión que sea de calidad, como un tensiómetro Omron, que es capaz de detectar una frecuencia cardiaca irregular y arritmias, tiene una gran capacidad de memoria y es muy cómodo de utilizar.
Protegerse del sol
El sol puede llegar a ser muy perjudicial para la salud si no se toman las precauciones necesarias. En primer lugar, se recomienda evitar tomar el sol en las horas centrales del día en verano, sobre todo entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde.
Cuando vayamos a tomar el sol, siempre debemos llevar un protector adecuado a nuestro tipo de piel. Lo más conveniente es que no tenga un fps menor de 30. Si nuestra piel es clara, lo mejor es que no sea menor de 50. Además, debemos proteger nuestra cabeza con un buen sombrero o con sombrillas para que el sol no nos de directamente en la piel durante mucho tiempo.
Aunque muchas personas piensan que solo es necesario protegerse del sol en verano y cuando van a la playa, en realidad se recomienda protegerse del sol durante todos los días del año, incluso en invierno. Para ello, se puede utilizar un protector solar o una crema con protector solar como parte de la rutina diaria, antes de salir de casa.
Es cierto que el sol también es muy beneficioso para nuestra salud y que nos aporta la vitamina D que necesitamos para estar sanos. Sin embargo, para obtener esta vitamina, es suficiente con tomar el sol durante unos 15 minutos al día, y además, es preferible hacerlo a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando el sol es muy suave y no llega a quemar nuestra piel.
