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Conectar para ayudar en la nueva normalidad

Gonzalo Osés
Gonzalo Oséshttp://www.gonzalooses.es
Soy abre puertas, se me da bien conectar necesidades con soluciones. Me rijo por tres frases: la de mi madre “la vergüenza pasa y el provecho queda en casa”; la de mi padre, “la persona más feliz es la que menos necesidades tiene”; y la mía, “para crear valor hay que tener valor”. En plan profesional, soy FEO (Facilito Estrategias Operativas), cofundador de Xaudable, conecto innovación con el mercado, mentor y docente en @eoi y @SEK_lab. Emprendedor con mi startup de comida rápida saludable. Autor libro “abre puertas, cómo vender a empresas”. Miembro de @Covidwarriors. En otras décadas organicé en IFEMA la feria Casa Pasarela y fui gerente de un concesionario oficial en Madrid de motos Honda. Licenciado en Dirección y Administración de empresas por CEU San Pablo, diplomado en diseño industrial por IED (Instituto Europeo Di Design), master de comunicación aplicada en Instituto HUNE.
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análisis

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Hace unos días estuve en el programa de Chema Nieto, Nación Innovación TV, debatiendo con Javi Esteban Monsalupe, Yago Uribe y Mamen Delgado sobre cómo afrontar el networking en la nueva normalidad.

Cuando me twitteó Chema para debatir sobre el “nuevo networking”, me chocó el planteamiento ‘nuevo’. ¿A qué venía eso? Según Chema, al cancelarse los eventos físicos, el networking de toda la vida habría mermado, obligándonos a adaptarnos al entorno online

Justamente los meses más duros del confinamiento han sido un gran ejemplo de networking entre los miles de makers que se han interconectado por primera vez para crear respiradores, pantallas o coleteros para los sanitarios. Así como entre otras muchas personas de la sociedad civil que hemos podido ayudar a desconocidos canalizando necesidades y soluciones.

Lo que sí que ha desaparecido (para bien) es el clásico vino español o croqueting post evento, como lo llama Nacho Villoch. Lo cual no es networking, por mucho que los promotores de eventos lo vendan como la guinda de su pastel. ¿Has comido en un restaurante sólo por el postre? Pues eso.

Yago y Javi plantearon que el networking consiste en crear redes de contactos de confianza para generar una comunidad a la que, en un futuro, puedas o te pueda ayudar. Reconozco que, cada vez que cambio de profesión y de sector (más o menos cada lustro), al principio, me planteo formar esa comunidad. Pero, en realidad, no es ése el motor que me mueve para generar conexiones efectivas, sino la capacidad de ayudar al que lo necesita en cada momento, poniéndole en contacto con una persona que le puede solucionar un problema. Ya sea en el ámbito personal o profesional.

Tanto como seres sociales como para ayudarnos a nosotros mismos, tenemos que ayudar a otros a solucionar alguno de sus problemas. Porque cuando ayudas a alguien y te conectas a su agradecida mirada, te entra un subidón de energía, de alegría y de felicidad que es el gran regalo de la vida.

Por lo cual no hace falta plantearse la ayuda a los demás como una inversión para tu futuro por si algún día necesitas que te devuelvan el favor. Si analizamos la expresión “dar para recibir”, vemos que es una transición de la educación materialista que recreamos a diario, acostumbrados a solo recibir y a que el mundo gire alrededor nuestro.

Personalmente, me encanta solucionarles problemas a personas que no conozco, por el mero hecho de hacerlo, no para cobrarles peajes futuros, ni para que sean parte de mi comunidad. De hecho, si tienes que recurrir a tu red de contactos, o bien tu propuesta no se sostiene, o bien te has infravalorado creyendo que no puedes hacerlo, o bien prefieres que otros vendan tus servicios mientras tú te quedas en una posición más segura, en la retaguardia, reduciendo tu margen de riesgo y, por tanto, de beneficios.

Por otro lado, ahora que tenemos aplicaciones para contactar más fácilmente, por ejemplo, a través de los mensajes directos de Instagram, es el momento de dejar de pensar que, para llegar al director de una empresa, tenemos que conocer a alguien, y desechar el tópico del amiguismo que tanto lasta nuestra economía y sociedad.

Una última sugerencia: si has comprobado que solucionas algo a una empresa o una institución, ve y cuéntaselo. Es lo que están haciendo muchas startups ante empresas del Ibex, con respeto, pero sin complejos. Si les solucionas algo, te escucharán; en cambio, si vas a que ellos te solucionen algo a ti, lo llevas claro.

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