El Centro de primera acogida de Hortaleza lejos de ser una oportunidad para garantizar que aquellos menores puedan disponer de los mismos recursos que el resto de niños tutelados, ofrece unas condiciones críticas. Así lo denuncian desde el Sindicato de Enfermería, SATSE, que afirman que el Gobierno no hace nada para remediar la situación que tanto los trabajadores como lo menores sufren a diario. No cabe duda de que el Centro de acogida de Hortaleza pide a gritos una reforma y que se tomen medidas de actuación para impedir esta situación.
Este centro es el único que presenta estas características en la Comunidad de Madrid para menores de entre 15 y 17 años. La diputada del PSOE, Carla Antonelli, ya describió en octubre del año pasado la situación de “todo menos de protección del menor”. Por aquel entonces, el centro estaba sufriendo masificaciones periódicas y albergaba a 51 menores cuando hay plazas para 35 personas.
“La situación que viven los trabajadores y los menores ingresados en el Centro de primera acogida de Hortaleza es crítica. En los últimos tiempos han sufrido diversas plagas de piojos, chinches, sarna, etc. y las condiciones sanitarias, con alimentos tirados por los pasillos y espacios comunes, es preocupante”, denuncian desde SATSE Madrid que considera que el Gobierno regional no hace nada por cambiar la situación.
También la Fundación Raíces y Save the Children advirtieron de la situación de desamparo que estos menores estaban viviendo. En este caso, hicieron referencia a doce menores que denunciaron sufrir condiciones de aislamiento y agresiones por parte del personal de seguridad.
Desde el SATSE consideran que se está produciendo ‘abandono institucional’ por parte del Gobierno regional y de la Consejería de Políticas Sociales y Familia, que dirige Carlos Izquierdo Torres.
Los trabajadores explican desde la organización sindical, que ven cómo el centro se encuentra más cerca de la demolición que en obras. Tal es la situación que los profesionales consideran que se está incumpliendo la normativa vigente y se están vulnerando los derechos de la infancia y la legislación laboral. “Hay enchufes colgando, agujeros en las paredes, robos, incumplimiento de horarios por parte de los jóvenes tutelados, se come fuera de hora y todo ello ante la inacción de la Consejería que sabe la infradotación de personal existente en este Centro”.
