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Concejal de Vox participa en el pleno del Ayuntamiento de Torrelodones por video mientras conduce

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Gonzalo Martín fue el candidato a la alcaldía de Torrelodones, como número uno en la lista electoral de VOX. Nacido en Madrid en 1969, ingeniero Superior Industrual y padre de cinco «maravillosos hijos», como le describían en campaña. Se presentaba al mundo de la política porque la situación de Torrelodones le tenía alarmado. Le parecía a Gonzalo que la gente estaba dejando de comportarse debidamente en aquel remanso de paz de la sierra norte de Madrid que había sido siempre. Esa suerte, mala por supuesto, de que las casas sin utilizar se llenasen de okupas. Esa sensación continua de inseguridad, que pone en peligro la libertad de cada cual. De cada buen padre de familia y del que es dueño del del «predio colindante». Ese Torrelodones de hace veinte años, donde la gente (con cierta pasta) iba a pasar los fines de semana donde el verano no atizaba tanto. Esos que, allí quince días y otros quince en la playa se pasaban por el club a hablar de sus cosas con sus vecinos. Ese era el Torrelodones que a Gonzalo le gustaba. El de la paz, la tranquilidad y la gente de pasta viviendo tranquila, a la distancia suficiente como para pasar el fin de semana medio lejos del mundanal ruido.

Y ahora ya no. Ya no. Ahora España y Torrelodones sufren una situación de caos, de muerte, miseria y destrucción. De hijos pródigos, de vagos, maleantes y rojos. De okupas. ¡Qué asco de okupas! Si, gonzalo prometía como candidato de Torrelodones que si ganaba, él y los suyos -todos profesionales del sector privado que jamás se habían dedicado a la política pero ya están hartos del sufrimiento de Torrelodones- «más “okupaciones” de viviendas, que atentan contra el derecho a la propiedad privada de los ciudadanos». A ellos no les preocupa el desahucio de quien puede que no tenga manera de pagar la vivienda, a ellos les preocupan los derechos de quienes no pueden disfrutar de tener una casa vacía el ochenta por ciento del año.

En las últimas elecciones al Congreso de los Diputados, en Torrelodones Vox tuvo tres mil votos de un censo de casi 17.000. Subió un 3% desde las elecciones de Abril de 2019 a las de Noviembre, unos doscientos votos más. Subieron también el PP, y bajaron PSOE, CS y Podemos.

En las últimas elecciones municipales, de los 21 concejales que hay, 11 fueron para Vecinos por Torrelodones. Los que llevaban en su programa acabar con los cargos de confianza en el Ayuntamiento, los que prometían cuidar del medioambiente, los que hablaban de limitar los sueldos del ayuntamiento, apostaban por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, apostaban por reforzar la cultura y el medioambiente, por el deporte. En fin, los que querían construir un parque de viviendas públicas de alquiler de precio limitado. En el asunto de seguridad, ese que tanto le quita el sueño a Gonzalo, estos de «vecinos por Torrelodones» planteaban dos propuestas. Dos nada más: implementar la lucha contra el vandalismo a través de prevención, vigilancia y patrullas de limpieza y ampliar el proyecto de instalación de cámaras de seguridad y control de tráfico con detector de matrículas en ciertas zonas.

Gonzalo no salió elegido alcalde de Torrelodones.

Gonzalo sacó tres concejales. Entraron los de Vox en el Ayuntamiento de «Torre». Tuvieron mil seiscientos votos frente a los cinco mil cuatrocientos de los Vecinos. Igual va a ser porque Torrelodones se ha convertido durante los últimos años en algo más que las urbanizaciones donde iban los findes a desconectar las familias bien de Madrid. Por mucho que Gonzalo eso tampoco lo entienda.

Gonzalo está notablemente disconforme con el Gobierno «Sociocomunista» de Pedro Sánchez. Gonzalo es quien comparte opiniones de Cristina Seguí diciendo que el PSOE «Es el único partido capaz de fundirse 15.000 euros en putas por noche».

Llamaba hipócrita en sus redes sociales a la ministra de Educación por llevar a sus hijas a un colegio concertado y religioso. Lo dice tres tuits después de compartir un tuit de Abascal que dice: «los que tenemos la suerte de poder pasar esta noche en Paz, debemos recordar que el cristianismo es la religión más perseguida del planeta…» del día 24 de diciembre. Curiosa manera la suya de criticar a Celaá por llevar a sus hijas a un colegio católico.

Sea como fuere, este es Gonzalo. Un hombre recto, preocupado por el orden, la ley y una amenaza para la hipocresía. Este es Gonzalo.

El que ayer entraba en un pleno del Ayuntamiento, realizado por vía telemática, y lo hacía mientras conducía. Tan preocupado él por el vandalismo, por la falta de seguridad en Torrelodones, y mientras va conduciendo participa a través de video, mirando a cámara, en una videoconferencia múltiple del pleno de un ayuntamiento.

Así puede verse en el video que ha rescatado El Español en este enlace.

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