Hoy es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, día en el que se reconoce la trayectoria de todas aquellas mujeres que han contribuido al avance de la ciencia y la tecnología. Me repatea muchísimo que tenga que existir un día como este, porque eso significa que durante bastante tiempo hemos tenido la poca clase de desprestigiar el valor femenino, y en matemáticas eso resta, para nada suma.
La gente se queja del poco caso que se hace a las mujeres científicas, lo deja en el aire, esperando que ellas sean las que hagan algo, y eso no debe ser así. Ni siquiera hay que presionarlas. Hay que hacer esto con naturalidad. A mí, personalmente, me da exactamente lo mismo aprender, escuchar de, tratar con un matemático que con una matemática, pero sé que hay gente a la que no, ¿y sabéis que pienso? Que sin mujeres te estás perdiendo perspectivas diferentes, y no porque sea la que te lo cuente una mujer, sino porque necesitamos ser muchos y muchas para encontrar soluciones a enigmas que todavía siguen sin resolver. No sabemos si la persona que resolverá la hipótesis de Riemann será chico, chica, brasileño, nigeriana, y en matemáticas no necesitas un laboratorio enorme para pensar. Y tenemos que dar este paso, porque hoy habrá muchas felicitaciones, pero mañana de nuevo será como si nada. Tenemos que aceptar a chicos, chicas, y, por si queda alguna duda, cualquier exclusión que hagas de alguien por su encaje social, es decir, género, orientación, color favorito… es tan absurdo como decir que 0 es natural. En serio. Y la ciencia da respuestas, la persona crea preguntas. Feliz Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.