martes, 16abril, 2024
25.7 C
Seville
Advertisement

Con Lorenzo Silva en Mora: un pueblo feliz

Javier Puebla
Javier Pueblahttp://www.javierpuebla.com
Cineasta, escritor, columnista y viajero. Galardonado con diversos premios, tanto en prosa como en poesía. Es el primer escritor en la historia de la literatura en haber escrito un cuento al día durante un año, El año del cazador, 365 relatos que encierran una novela dentro.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

El escenario del Teatro Principal es una maravilla sorprendente: Carteles de tres metros de alto con la portada de CASTELLANO y el anuncio de la conferencia que se está a punto de celebrar, libros cuidadosamente colocados formando islas caprichosas, los asientos, la luz… parece el plató de un programa de televisión de alto presupuesto dispuesto por alguien que ama su profesión. Impresionante. Me quedo un rato mirándolo; y admirándolo.

Estoy en Mora, escenario de un episodio fundamental en la historia que Lorenzo Silva cuenta en CASTELLANO, su más reciente y muy exitosa obra literaria. Y estoy allí en calidad de acompañante, de compañero de Silva en una de nuestras más o menos famosas CITAS AL CRUCE, un invento que se me ocurrió en mi época de diplomático cuando quería charlar un poco largo con personas muy ocupadas: me subo a tu coche, o al tren, o a lo que sea, cuando tú tengas que ir a algún sitio y aprovechamos el camino para conversar tranquilamente. Así que allí estoy, en Mora, ante el escenario, deslumbrado por todo el trabajo que han hecho en Mora para recibir a Lorenzo. En la sala hay cerca de cien personas. A ese escenario se suben, junto a mi amigo, el concejal de cultura: Martín Lázaro, y las dos bibliotecarias responsables del espectacular montaje: Ludi y Marian. Le preguntan y él responde. Hablan de la Iglesia quemada por las milicias de Carlos V y en la que murieron, se dice, más de un millar de personas. Pero no sólo de eso: también de la vida, de la política y de las magias de leer y escribir. Sobre todo de las magias que son leer y escribir. Son dos horas largas. Y el público escucha embelesado y lleno de interés.

No esperaba semejante regalo, semejante espectáculo, cuando me subí a media tarde al Volvo de Silva en Getafe para acompañarle hasta allí. Es casi medianoche cuando volvemos a subirnos al coche, con los corazones sonrientes. La conversación en el interior de LA NAVE de Lorenzo es privada y no voy a contarla aquí, pero sí repetir lo que ya he anunciado en el título de este pequeño artículo, que Mora es un pueblo feliz, y que sus gentes, las que ya conocí, son capaces de transmitir esa felicidad. A Lorenzo Silva, cuando me despedí de él en la puerta de su casa en Getafe, también le sentí feliz; orgulloso y muy feliz.

Mi aplauso para él, por su capacidad y generosidad, y también –por supuesto- para sus anfitriones. El mundo no sólo es virus, mangantes, subidas del precio de la electricidad  y abuso de los muy ricos sobre los pobres, siguen existiendo reductos donde la vida es agradable, fácil y burbujeante. Mora: un pueblo feliz.

(Mecanografía: MDFM)

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído