CCOO Madrid ha presentado un informe sobre el impacto de la subida de los precios en las familias madrileñas, que muestra cómo la cesta de la compra subió en 2.002 euros (+5,8%) en el último año en la región, con el gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
La libertad de Ayuso y la brutal subida de precios
Este incremento en los productos básicos está afectando sobre todo a las familias con rentas más bajas, que son las que dedican un mayor porcentaje de sus ingresos a estos productos (más de un 60%), como ha explicado el secretario de Acción Sindical de CCOO de Madrid, Miguel Ángel Ruiz.
De esta manera se está produciendo una situación de aumento de una desigualdad ya persistente por sí en la Comunidad de Madrid, que en cifras se traduce en que en el último año los precios subieron un 5,8%, mientras que los salarios pactados en convenio apenas subieron un 2,73%.
Exigen más y mejores políticas públicas
Con este panorama se hace necesaria la adopción de políticas públicas y medidas redistributivas para corregir la situación, que en la Comunidad de Madrid “brillan por su ausencia”, como denuncia la secretaria general de CCOO de Madrid, Paloma López, que acusa a la presidenta Ayuso de falta de interés y recuerda la necesidad de subir la llamada Renta Mínima de Inserción hasta los 700 euros, de regular los precios de la vivienda, de tomar medidas para hacer frente a la factura energética y de adoptar medidas de protección social que complementen las iniciativas aprobadas por el Gobierno del Estado.
Ayuso rebaja impuestos a los ricos
El sindicato tiene claro que estas medidas no serán posibles con la actual política fiscal, de Ayuso, que –ha recordado Miguel Ángel Ruiz- solo favorecen a las rentas más altas. El responsable sindical ha querido dejar claro que la actual inflación no es consecuencia de la subida de los salarios sino del incremento de los márgenes de los beneficios empresariales.
Ayuso y la “profunda desvergüenza” del gerente de la Agencia Madrileña de Atención Social
Paloma López ha aprovechado su intervención para criticar la “profunda desvergüenza” del gerente de la Agencia Madrileña de Atención Social por su intervención sobre la calidad de las comidas en una residencia pública, después de que los y las familiares de un interno denunciasen que había perdido 15 kilos en apenas diez meses. Este responsable afirmó que “estaba en su peso ideal”.
