Pedro Kam era periodista. También divorciado. Herido por dentro. Fracasado. Decidió probar suerte como reportero de guerra.
Un cambio.
Eligió Angola.
Una contienda larga. Célebre. Lejos de casa. No pretendía conseguir fama. Ni dinero. Sólo descubrir si había una bala con su nombre escrito. La había.
Ahora se pueden leer maravillas acerca de él. Su valor. La agilidad de sus textos. En todos los diarios. A los periodistas, pasa en todos los gremios, les encanta hablar bien de sus compañeros. Cuando están muertos.
(Relato, y capítulo, número 53 de El Año del Cazador, obra singular en la historia de la literatura que le regaló a Javier Puebla el título de primer escritor en la historia de la literatura en escribir un cuento al día durante un año. La mecanografía para esta edición en digital para Diario 16 ha sido generosidad de Walter Flores Delmal).