Mi amiga Verónica Téllez me hizo caer, con documentos en la mano, en la pregunta de que si nuestros colegios de abogados estaban preparados para apoyar económicamente a sus colegiados en una incidencia como la que nos ha caído, de “0” (Cero) ingresos para prácticamente la inmensa mayoría de los compañeros, ya que prácticamente continuamos siendo, todos, abogados autónomos o pequeños despachos. Encerrados, como el que más en su casa, como encerrados están nuestros clientes en la suya, salvo los que están haciendo ERTES, que ya veremos si los cobrarán. Y es que con la parálisis administrativa, no se puede recurrir ni una multa.

 Hasta ahora, la contestación del mío, el Colegio de la Abogacía de Barcelona, delante de los problemas planteados ha sido un “ya se estudiará caso por caso”.

Para dar soporte a las opiniones que a continuación les desgrano, he contado con la inestimable ayuda de Pau Taxonera, economista, ahora jubilado, conocedor de los números y funcionamiento de las instituciones públicas.

¿Tiene el ICAB fondo de maniobra para apoyar a sus colegiados?

Para saberlo y usando los mecanismos de transparencia,  he ido directo a la auditoría 2017 que es la última publicada y que en estos casos es el contraste mejor que podemos tener.

Allí nos encontramos con un fondo de reserva, a mi ver bastante importante y que podría resolver sin afectar la seguridad del Colegio, un par o tres de meses de cuotas condonadas.

El detalle es el siguiente:

13.2) Reservas: El detalle de las Reservas es el siguiente, en euros:

2018                               2017

Reservas por revalorización

3.910.034,50                       3.910.034,50

Remanente

6.944.067,53                       7.572.261,38

TOTALES   

10.854.102,03                     11.482.295,88      

Este fondo de reserva fue aprobado por la junta de gobierno en 1998, siendo decano Jaume Alonso Cuevillas, y ha ido creciendo desde entonces, con un remanente actual de casi siete millones, tras perder medio en el último ejercicio analizado (2018), supongo que para amagar un exceso de gasto ya que no se tiene conciencia de ninguna gran desgracia para el Colegio los últimos años. La bajada de este fondo de reservas coincidiría con el mandato de la actual decana y su junta de gobierno.

En una visión más economicista, en los gastos del Colegio está contabilizada la justicia gratuita, que debe ser financiada vía subvención por la Generalitat. También he visto o me ha parecido que la Generalitat debe permanentemente una cantidad de dinero, aproximadamente entre uno y tres millones correspondientes a las últimas prestaciones de servicios, no liquidadas. No esconde eso que la Consellería de Justicia responde bastante bien y puntualmente a los pagos, situándose, en baremo y puntualidad, a años luz de diferencia de la llamada Zona Ministerio.

Hemos de prever, en cambio, que a partir de ahora,  se dará un crecimiento exponencial de las demandas por impagados y procedimientos de atención a la persona física, al autónomo y al pequeño empresario, que harán crecer muchísimo la justicia gratuita. También se rebajará la entrada de dinero por los cursos que da el colegio por el empobrecimiento de la masa de asociados, y, a todo esto, costará mucho más que la Generalitat pague tan correctamente como ahora, o, al menos, al vencimiento. También se observa que el colegio tiene una cuenta de crédito abierta de un millón de euros, aunque que su capacidad de endeudamiento es muy, muy superior.

También se ve que soporta un gran gasto laboral, que dada la situación de cierre y la parálisis de los juzgados no se entiende por qué no ha entrado la institución en un ERTE o algo similar. Pero esto último, es decisión del decanato y la junta de gobierno, pero resultaría muy útil, que los trabajadores pasasen a ERTE para pensar en pasar de esa condonación de cuotas de un un par de meses a todas las cuotas del 2020.

Mi opinión es que, dado que el fondo de reserva bajó medio millón el último año analizado, con lo que comporta de presunción de más gastos que entradas, y que es muy posible que el Colegio tenga que anticipar el dinero de justicia gratuita, lo más prudente sería bajar el fondo hasta unos tres millones o abrir una cuenta de crédito para responder a la contingencia, que si se diera, debería ser avalado por la misma Generalitat, el deudor.

¿Tiene el CGAE, el Colegio de Colegios, fondo de maniobra para apoyar a los abogados?

Y tres cuartas parte de lo mismo podemos decir del Consejo General de la Abogacía. En las últimas cuentas anuales de 2018 nos dice que tiene un “fondo social” de 4.316.780 y unas “Reservas” de 9.184.206, no habiendo hecho aún el ERTE. ¿A qué espera, pues? ¿A que espera pues, a redistribuir esas reservas y ese fondo social, a los Colegios para que éstos puedan ayudar a sus colegiados?

Dos últimos apuntes:

Ahora veremos si esas reservas son de verdad y no son un aspaviento contable; y

finalmente, solo me he referido en este artículo a “mi colegio” y al CGAE, que es lo que a mí me concierne; cada colegiado, que interpele a su colegio de adscripción.

Mi amiga Verónica Téllez me hizo caer, con documentos en la mano, en la pregunta de que si nuestros colegios de abogados estaban preparados para apoyar económicamente a sus colegiados en una incidencia como la que nos ha caído, de “0” (Cero) ingresos para prácticamente la inmensa mayoría de los compañeros, ya que prácticamente continuamos siendo todos abogados autónomos o pequeños despachos. Encerrados, como el que más en casa, como encerrados están nuestros clientes, salvo los que están haciendo ERTES, que ya veremos si los cobrarán.

 Hasta ahora, la contestación del mío, el Colegio de la Abogacía de Barcelona, delante de los problemas planteados ha sido un “ya se estudiará caso por caso”.

Para dar soporte a las opiniones que a continuación les desgrano, he contado con la inestimable ayuda de Pau Taxonera, economista, ahora jubilado, conocedor de los números y funcionamiento de las instituciones públicas.

¿Tiene el ICAB fondo de maniobra para apoyar a sus colegiados?

Para saberlo y usando los mecanismos de transparencia,  he ido directo a la auditoría 2017 que es la última publicada y que en estos casos es el contraste mejor que podemos tener.

Allí nos encontramos con un fondo de reserva, a mi ver bastante importante y que podría resolver sin afectar la seguridad del Colegio, un par o tres de meses de cuotas condonadas.

El detalle es el siguiente:

13.2) Reservas: El detalle de las Reservas es el siguiente, en euros:

2018                               2017

Reservas por revalorización

3.910.034,50                       3.910.034,50

Remanente

6.944.067,53                       7.572.261,38

TOTALES   

10.854.102,03                     11.482.295,88      

Este fondo de reserva fue aprobado por la junta de gobierno en 1998, siendo decano Jaume Alonso Cuevillas, y ha ido creciendo desde entonces, con un remanente actual de casi siete millones, tras perder medio en el último ejercicio analizado (2018), supongo que para amagar un exceso de gasto ya que no se tiene conciencia de ninguna gran desgracia para el Colegio los últimos años. La bajada de este fondo de reservas coincidiría con el mandato de la actual decana y su junta de gobierno.

En una visión más economicista, en los gastos del Colegio está contabilizada la justicia gratuita, que debe ser financiada vía subvención por la Generalitat. También he visto o me ha parecido que la Generalitat debe permanentemente una cantidad de dinero, aproximadamente entre uno y tres millones correspondientes a las últimas prestaciones de servicios, no liquidadas. No esconde eso que la Consellería de Justicia responde bastante bien y puntualmente a los pagos, situándose, en baremo y puntualidad, a años luz de diferencia de la llamada Zona Ministerio.

Hemos de preveer a partir de ahora,  que se dará un crecimiento exponencial de las demandas por impagados y procedimientos de atención a la persona física, que harán crecer muchísimo la justicia gratuita. También se rebajará la entrada de dinero por los cursos que da el colegio por el empobrecimiento de la masa de asociados, y, a todo esto, costará mucho más que la Generalitat pague tan correctamente como ahora, o, al menos, al vencimiento. También se observa que el colegio tiene una cuenta de crédito abierto de un millón de euros, aunque que su capacidad de endeudamiento es muy, muy superior.

También se ve que soporta un gran gasto laboral, que dada la situación de cierre y la parálisis de los juzgados no se entiende por qué no ha entrado la institución en un ERTE o algo similar. Pero esto último, es decisión del decanato y la junta de gobierno, pero resultaría muy útil, que los trabajadores pasasen a ERTE para pensar en pasar de esa condonación de cuotas de un un par de meses a todas las cuotas del 2020.

Mi opinión es que, dado que el fondo de reserva bajó medio millón el último año analizado, con lo que comporta de presunción de más gastos que entradas, y que es muy posible que el Colegio tenga que anticipar el dinero de justicia gratuita, lo más prudente sería bajar el fondo hasta unos tres millones o abrir una cuenta de crédito para responder a la contingencia, que si se diera, debería ser avalado por la misma Generalitat, el deudor.

¿Tiene el CGAE fondo de maniobra para apoyar a sus colegiados?

Y tres cuartas parte de lo mismo podemos decir del Consejo General de la Abogacía. En las últimas cuentas anuales de 2018 nos dice que tiene un “fondo social” de 4.316.780 y unas “Reservas” de 9.184.206, no habiendo hecho aún el ERTE. ¿A qué espera, pues? ¿A que espera pues, a redistribuir esas reservas y ese fondo social, a los Colegios para que éstos puedan ayudar a sus colegiados?

Dos últimos apuntes:

Ahora veremos si esas reservas son de verdad y no son un aspaviento contable; y

finalmente, solo me he referido en este artículo a “mi colegio” y al CGAE, que es lo que a mí me concierne; cada colegiado, que interpele a su colegio de adscripción.

Y un último detalle final; si eso me pasa como abogado de Barcelona… ¿Y los médicos, los ingenieros y los gremios?. Pero sobretodo la CEOE, CEPYME otras asociaciones empresariales; y también los sindicatos. ¿Qué han puesto ellos?.

Todos han estado viviendo, y bien, de nuestros dineros.

finalmente, solo me he referido en este artículo a “mi colegio” y al CGAE, que es lo que a mí me concierne; cada colegiado, que interpele a su colegio de adscripción.

1 COMENTARIO

  1. Tu planteamiento tiene un enfoque muy limitado y basado en datos que no son correctos. El ICAB al igual que otros colegios tienen unos gastos de estructura fijos que no puede reducir porque básicamente ofrece servicios a colegiados, que ahora más que nunca, deberán reforzarse para salir de la crisis con tales servicios. De reducirse cuotas, nunca podría ser una condonación, sino tan sólo un aplazamiento y lo normal es que se haga caso por caso y justificando la situación, demostrando situación de especial vulnerabilidad (¿es el caso de todos los abogados? ¿el colectivo estaba en quiebra hace 20 días?)
    Respecto a lo que hacen los sindicatos con las cuotas de afiliación, no estas dando información real. Deberías informarte mejor para dar tus opiniones.
    Respecto a los colegios en general, estos están haciendo lo que las diversas medidas de desarrollo del estado de alarma establecen. Por si desconoces el mundo de las relaciones laborales, primero se aplican las menos intensas, y sólo si estas no pueden adoptarse, se pasan a las siguientes más intensas

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