sábado, 20abril, 2024
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Cleptocracia plena

Jesús Ausín
Jesús Ausín
Pasé tarde por la universidad. De niño, soñaba con ser escritor o periodista. Ahora, tal y como está la profesión periodística prefiero ser un cuentista y un alma libre. En mi juventud jugué a ser comunista en un partido encorsetado que me hizo huir demasiado pronto. Militante comprometido durante veinticinco años en CC.OO, acabé aborreciendo el servilismo, la incoherencia y los caprichos de los fondos de formación. Siempre he sido un militante de lo social, sin formación. Tengo el defecto de no casarme con nadie y de decir las cosas tal y como las siento. Y como nunca he tenido la tentación de creerme infalible, nunca doy información. Sólo opinión. Si me equivoco rectifico. Soy un autodidacta de la vida y un eterno aprendiz de casi todo.
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análisis

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Han dejado el resguardo del rincón abrigado del cierzo para colocar los taburetes en pleno cruce de calles, por si corre alguna brisa. Llevan más de diez días con un calor insoportable que, según dicen los más viejos del lugar, no han vivido en sus largos años de vida.  Y es que no es muy normal en esas latitudes castellanas. Por el día, más de treinta y cinco grados al sol. Por la noche, con la fresca, el termómetro no baja de los veintitrés, lo que hace imposible dormir, ni desnudo encima de la cama. El calor se ha metido entre los gruesos muros de adobe y dentro, con las ventanas abiertas, el bochorno es insufrible. Anda la gente de mal humor, cansada, abatida y totalmente agotada. Por el día, les esperan las melgas, las gavillas, la hoz, el rastrillo, el carro, las vacas, el trillo, las tornaderas, los bieldos, el sudor, … ¡Hasta buscan al atardecer la poza, de un río casi seco en pleno mes de julio, para darse un baño y poder refrescarse un poco!

En los corrillos, a la luz tenue de una farola amarillenta que ilumina poco más que los mosquitos que pululan alrededor de una flácida bombilla, los temas de conversación se han restringido al insoportable calor que ha tensado el ambiente porque avinagra el carácter de la gente, fomenta las discusiones y las disputas que, con demasiada frecuencia, acaban en altercados a puñetazos para, a continuación, derivar inevitablemente en los sucesos acontecidos tres días atrás, que acabaron con la muerte por cuchillada de Rutilio. Casi hay acuerdo unánime en que nadie merece que le peguen una puñalada en el corazón. Pero también en que no es extraño que acabara así. Porque Rutilio, era una mala persona. Un tipo ignorante, malicioso, avaro, ruin y sinvergüenza que usaba su poder y su dinero para hacerse con propiedades de forma nada honrada y la influencia de su fortuna para librarse legalmente de sus tropelías.

Todo había empezado cinco años atrás. En el pueblo no había malos royos. Todo el mundo hacía su vida y aguantaba a Rutilio como antes habían aguantado a su padre y a su abuelo. El que tenía la mala suerte de cruzarse en su camino o de que los Quisquilla (así llamaban a los ancestros de Rutilio) pusieran su atención en una tierra, que por cualquier causa quisieran, acababa aceptando su destino, callaba, se quedaba sin tierra y a otra cosa. Todos los demás se abstenían y miraban para otro lado con la esperanza de no ser ellos los siguientes. Hasta que Rutilio, se topó con Serapio. Un joven amable, trabajador, dicharachero y simpático que no tenía pelos en la lengua y que vociferaba las cosas tal y como las sentía. Una tarde de verano, al volver de la era, estaba Damián en la puerta de la bodega con un cancarro de vino. Le ofreció un trago que Serapio aceptó, se sentaron, comenzaron a charlar y acabaron departiendo sobre las cosas que pasaban en el pueblo. Serapio, que siempre hablaba dos tonos más altos que los demás, comentaba que no había derecho a lo que Rutilio le había hecho al pobre Deogracias, al que, por un supuesto impago de una deuda que Deogracias aseguraba que ya había pagado con creces hasta en dos ocasiones (y que todos sabían que había sido así), le había quitado la huerta de la que sacaba hortalizas y verdura durante todo el verano. Una huerta muy “golosa” porque estaba alimentada por un reguero que circulaba por la parte de arriba, con el que llenaba una charca que regaba por su pie todo el fértil terreno negruzco. Como el tono era alto, Rutilio, que casualmente pasaba por la calle de encima de la cueva dónde estaba la bodega, escuchó la conversación. Al día siguiente, cuando Serapio fue al molino, el molinero le dijo que no podía molerle su grano porque estaba muy ocupado. Serapio le dijo que le avisara cuando pudiera y el molinero, en un aparte, le contó en voz baja que no podía molerle por orden de Rutilio. Si le molía, acabaría quedándose sin molino.

Llegado el otoño, Serapio se encontró con una cadena y un candado en una tierra de Rutilio por la que accedía a la suya. Tuvo que dejar la tierra perdida. Meses más tarde, el pastor le dijo que ya no podía cuidar de sus ovejas. No encontró a nadie que quisiera compartir pastor y él no podía pagar uno en exclusividad. Tuvo que malvender el rebaño. En el verano siguiente, nadie quiso trabajar en la recolección de su cosecha y tuvieron que sudar de lo lindo, casi hasta la extenuación, su familia y él para poder segar y trillar todas las mieses.

Así, llevaban cinco años. Durante ese periodo habían tenido tres juicios que Serapio había perdido con el pago de las costas y la imposibilidad de acceder a sus tierras, labrar tierras mancomunares o sacar las gallinas a la trasera de la tenada.

La gota que colmó el vaso fue la construcción de una cochera en un solar dónde antes había un corral rodeado de un terreno con una barda de adobe de cincuenta centímetros a tan sólo medio metro de la puerta de la casa de Serapio. Rutilio, construyó la cochera sobre la barda que cercaba la propiedad, lo que convirtió la casa de Serapio en una ratonera casi sin entrada y sin luz. En el juicio celebrado diez días antes de la ola de calor, nuevamente el abogado de Rutilio, amigo del juez, hizo que Serapio perdiera.

Seis días después, en una disputa por el paso con el carro a la era, Serapio clavó la navaja con la que pelaba una manzana en el corazón de Rutilio.

*****

Cleptocracia plena

Muchos de nosotros, llevamos mucho tiempo advirtiendo sobre la precariedad democrática del estado español. Nuestra denuncia no está basada en sesudas incongruencias macroeconómicas, ni siquiera en algo tan absolutamente indiscutible para una gran parte del pueblo español como el incorrecto funcionamiento del poder judicial. Nuestra advertencia se ha formado opinión en el día a día en el que vemos como el nieto de dictador es absuelto por embestir a un coche de la guardia civil, que le había dado el alto cuando circulaba en dirección contraria, con las luces apagadas por la nacional 234 y en lugar de parar se dio a la fuga. O cuando vemos que mientras se piden siete años de cárcel para los 21 acusados de enfrentamientos con la policía en el primer Rodea el Congreso, en el que no pudimos ni acercarnos al parlamento, policías de Jusapol rompían el cordón de seguridad en las mismas puertas del Congreso sin que hubiera ni un sólo detenido, ni siquiera sancionado. O cuando nos enteramos de que a Raquel, la mujer obrera que apareció en todos los telediarios por afear a la policía sus cargas indiscriminadas contra los huelguistas del metal en Cádiz y por evidenciar la introducción de una tanqueta de la policía en su barrio, ha sido denunciada por «incumplimiento de la Ley de Seguridad Ciudadana» y por «difundir imágenes de los agentes en acto de servicio«, así como por “atentado contra la intimidad y revelación de secretos” que según el Profesor de Derecho Constitucional, exletrado del Tribunal Constitucional, Joaquin Urías se saldará, si es declarada culpable, con algo más que una sanción administrativa por la Ley Mordaza (que le puede suponer sanciones económicas importantes) porque le están imputando un delito castigado por el artículo 197.1 del Código Penal con penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.

Ahora, parece que España no es una democracia plena porque lo dice The Economist, un semanario londinense neoliberal (que igual publica que Pinochet era un demócrata que salvó a Chile, que dictamina que el summun de la democracia mexicana fue con Felipe Calderon, sospechoso de fraude electoral, dónde los asesinatos en masa eran aún peores que ahora, había torturas, saqueos,… y que, ahora con López Obrador, ya ni siquiera es democracia (porque no es de los suyos) o la simpatía de este semanario hacia el golpe de Estado contra Evo Morales). España está lejos de ser una democracia no ya plena, sino ni siquiera defectuosa. Lo demuestran las innumerables sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) contra España por negarse a investigar las torturas, los numerosos casos de robo de niños que no sólo no han sido investigados, sino que el estado, la fiscalía y la judicatura ni siquiera reconoce, los miles de asesinados por el franquismo que aún están en las cunetas, en fosas comunes que la Asociación para la Memoria Histórica ha tenido que abrir en algunos casos a base de fondos cedidos por instituciones extranjeras, los centenares de casos de abusos a menores por miembros de la Iglesia Católica que, desde las instituciones, se niegan a investigar, el diferente trato que las fuerzas que llaman de seguridad dan a los ciudadanos dependiendo de la ideología de los mismos, o que las elecciones se desarrollan en una estratificación, la circunscripción electoral, que es fruto de un estudiado y malévolo plan para que los votos de los lugares más desarrollados económicamente, dónde hay más población, no valgan lo mismo que los de aquellos más tradicionales, cuyo número de diputados no se corresponde con la escasa población que reside en ellos.

Que el Consejo del Poder Judicial no se haya renovado y esté «ocupado» desde hace más de tres años resulta casi anecdótico con lo que suponen sus actuaciones. Informes sesgados sobre leyes como la de los alquileres a la que tachaban de “ideológica”. Sentencias delirantes como las acontecidas contra Puigdemont o Valtonyc o César Strawberry. Sentencias que influyen en la voluntad popular como la que quitó el acta de eurodiputado a una persona a la que yo voté para que me representara en el Parlamento Europeo, Oriol Junqueras, o como el escandaloso caso del diputado de Podemos Alberto Rodríguez al que acabaron quitándole el acta de diputado con la ayuda inestimable del Partido Socialista Obrero Español. Por no hablar de “extrañas” sentencias que condenan a 9 meses de prisión (no entrará en la cárcel ni perderá la condición de policía) de un agente que abusó de una compañera echándole un sedante en el café, mientras se condena a TRECE años de prisión a unos chavales por una pelea en un bar con un guardia civil o se absuelve a un asqueroso por abusar sexualmente de su nieta de doce años.

Tampoco ayuda a la calificación democrática de España que a la fiscal general del Estado la pillen comiendo con el mayor manipulador mediático de España y ese ex-comisario que se movía por las cloacas del estado como rata por alcantarilla. Como tampoco que sea la fiscalía la que actúe defendiendo los intereses del demandado y no de los ciudadanos como pasó con las denuncias contra la Comunidad de Madrid por el protocolo de actuación en las residencias que llevó a la muerte por Covid de más de 6900 ancianos, mientras recurre una y otra vez la absolución del artista gallego que pintó una paloma de la paz en la tumba del fascista del golpe de estado del 36.

España hace aguas por los cuatro costados como democracia decente desde el momento que el gobierno rechaza ampliar el plazo de dos años para la incompatibilidad de los altos cargos. Luego dice que no puede hacer nada para evitar que el general Francisco Javier Abajo Merino «fichara» por la empresa Tess-Defense SA, a la que adjudicó en 2016 contratos por valor de más de 2.000 millones de euros. Un país dónde los políticos no tienen vergüenza y la ley no impide que acaben en las empresas a las que han favorecido siendo ministros, es un país de segunda. Como lo es el hecho de que son las familias las que soportan el 91,52 % de la recaudación fiscal del estado mientras que las grandes empresas sólo lo hacen con el 1,98 %. ¿Democracia social?

España es un país dónde la democracia sólo es el título que rotula su régimen. Un régimen que apenas plantea referendos y que, cuando lo hace, como en la adhesión a la OTAN, incumple los resultados. Un régimen en el que se envenenan acuíferos con purines de macrogranjas que sólo benefician a sus dueños, se secan lagunas como la de Ruidera a base de extracción de agua de regadío con pozos ilegales o se «legalizan» 1.461 hectáreas de regadío que esquilman los acuíferos de Doñana con el voto abstencionista del Partido Socialista Obrero Español, o se desecan pantanos como el de Entrepeñas, dejando al Tajo sin caudal ecológico, para que unos pocos señores puedan seguir con sus negocios de huerta en desiertos murcianos o almerienses o para que la estafa del precio de la electricidad pueda seguir siendo operativa.

Un régimen que mete en la cárcel a la mujer que compra pañales con una tarjeta de crédito que se ha encontrado en la calle, mientras deja en libertad a un corrupto que lleva muriéndose tres años, pero que pulula por ahí sin síntomas de estar enfermo, o cuyos políticos no quieren consultar a la población sobre la forma de estado porque saben que el rey tendrá que salir por patas, sólo es un Medievo actualizado.

Salud, feminismo, ecología, república y más escuelas públicas y laicas.

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3 COMENTARIOS

  1. ¡BRAVO POR JESÚS AUSÍN! TIENE TODA LA RAZÓN DEL MUNDO.
    PODRÍAMOS DECIR COMO ESE LOCUTOR DE TV: «ASÍ SON LAS COSAS Y ASÍ SE LAS HEMOS CONTADO». NO ME CANSO: ¡BRAVO JESÚS!, ¡BRAVO JESÚS!, ¡BRAVO JESÚS! QUE FALTA HACEN EN ESTE PAÍS HOMBRES QUE DIGAN LAS COSAS COMO LAS DICES TÚ Y NO LOS CUATRO MANDINGAS DE POLÍTICOS -Y MUCHOS DE LOS JUECES- QUE NO SIRVEN NI PARA ESTAR ESCONDIDOS, PERO QUE SI SABEN «METER LA MANO EN EL SACO». ¡¡¡MUCHA CLEPTOCRACIA ES!!!, ¡¡¡MUCHA CLEPTOCRACIA ES!!!

  2. lamentable que España haya perdido la consideración de democracia plena, menos mal que todavía estamos 12 puestos por delante de Bélgica, democracia más defectuosa que la nuestra.

    Tampoco estaría demás que los medios de comunicación «libres» se hiciera eco del índice de los gobiernos «subnacionales» que elabora la universidad de Gotemburgo que sitúa al gobierno de Cataluña como el menos democrático de España.

  3. Spain es una puta mierda. Y la supuesta democracia… Eso; qué es la democracia sino el gobierno del pueblo con los votos de los mayores de edad? Eso; dónde están los mayores de edad? Y el gobierno del pueblo? Y desde cuando y en qué país se subyuga el poder de sus ciudadanos a las decisiones de los jueces? Eso; quien Elige a los jueces? Y sobre todo; para qué y para quién? Yo defeco sobre todo ESO y nadie parece enterarse. Eso por qué será? En vez de España digan espallorar. Eso es lo que hay.

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