Primero fueron los SMS que sustituyeron a las llamadas telefónicas y posteriormente llegó la mensajería instantánea con diferentes aplicaciones. Sin duda, con más de 2000 millones de usuarios, WhatsApp desde su irrupción en 2009, es la reina indiscutible: supera ampliamente a Facebook, Messenger, Telegram, sin que otros intentos como la japonesa Line, muy popular en Japón, Taiwán y Tailandia, le hicieran sombra a su liderazgo.
Particulares y empresas se sirven de esta herramienta para entablar conversaciones personales, realizar transacciones comerciales, enviar audios, fotografías y hasta documentos como contratos o entradas a eventos. Desde la faceta personal y privada al ámbito público, el mundo ya gira alrededor de WhatsApp.
Sin embargo, ni usuarios ni empresarios ni ciudadanos en general conocen cuáles son las reglas que rigen el uso de la aplicación y qué razones pueden motivar la suspensión temporal o cierre definitiva de la cuenta en caso que no se cumplan los requisitos impuestos por la compañía que, desde 2014, está en manos de Mark Zuckerberg, dueño del gigante Facebook e Instagram.
Como en cualquier aplicación, WhatsApp define claramente qué se puede hacer y qué no en sus condiciones del servicio establecidas, como es habitual de forma unilateral, dejando en manos del usuario la aceptación o no de las mismas.
La “letra pequeña” de WhatsApp incluye algunos supuestos de incumplimiento de las normas que, para la mayoría de los usuarios son desconocidos y que resultan interesantes destacar:
- Inactividad de la cuenta: si durante cuatro meses, no hay conexión alguna, es decir, ningún dispositivo hace uso de la cuenta, se elimina. En este sentido, el caso más frecuente es cuando un usuario fallece.
- Uso de herramientas y de app no oficiales para «espiar»: Otra forma de garantizar el bloqueo, es hacer uso de aplicaciones para descargar estados a aplicaciones que rastrean cuándo alguien se conecta a WhatsApp
- Actividades sospechosas y abuso de servicios: WhatsApp prohíbe expresamente la «mensajería masiva» y el «marcado automático» para evitar el spam. Dentro de estas acciones, estaría, por ejemplo, el abuso de reenvíos y mensajes de difusión o la utilización de listas de contactos desconocidos.
- Reporte de usuarios: el acoso, el spam, las fake news o la vulneración de los derechos de propiedad intelectual o industrial pueden ser motivos suficientes para que un usuario ser reportado por otros. Si varias personas denuncian o bloquean a un mismo usuario, WhatsApp puede sancionarlo temporalmente o cerrando su cuenta definitivamente, dependiendo del nivel de infracción.
- Riesgo de delito: WhatsApp no admite las conversaciones ilegales, difamatorias, amenazantes, intimidantes, acosadoras, que inciten al odio, ofensivas desde el punto de vista racial o étnico, o que promuevan o fomenten conductas ilegales o inadecuadas. Asimismo, si detecta un uso fraudulento o ilegal de la aplicación la sanción está garantizada
- El malware o phising , es decir, cualquier mensaje malintencionado , envío de virus, suplantación de identidad o el phising puede suponer el cierre definitivo de la cuenta
Qué hacer con la cuenta bloqueada o cuenta suspendida
La empresa norteamericana suele establecer diferentes tipos de castigos escalonados según la infracción detectada a sus condiciones de uso: desde unas pocas horas a varios días hasta llegar a la suspensión definitiva de la cuenta asociada al número de teléfono.
El bloqueo se resuelve rápidamente una vez que se deja de hacer uso de la aplicación o comportamiento indebido detectado por la multinacional.
En caso de suspensión, el usuario deberá contactar con el área de soporte de WhatsApp para lo cual cuenta con tres opciones:
-Cumplimentando El formulario de contacto de la web oficial
–Por e-mail a [email protected]
–A través del inicio de la aplicación en el apartado Soporte
En cualquiera de las tres vías, hay que facilitar el número de teléfono incluyendo el prefijo internacional y explicar que la cuenta ha sido suspendida y que es de su interés recuperarla.
WhatsApp garantiza la revisión de los casos pero puede dar el silencio como respuesta entendiéndose que la suspensión es definitiva: chats, mensajes y archivos se habrán perdido para siempre. En este supuesto, el usuario no tendrá más opción que registrarse en la aplicación con un nuevo número de teléfono.
