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Cita en Atenas

José Antonio Vergara Parra
José Antonio Vergara Parra
Licenciado en Derecho por la Facultad de Murcia. He recibido específica y variada formación relacionada con los trabajos que he desarrollado a lo largo de los años.
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análisis

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¿Es España una democracia plena? Gruesa interrogante la de hoy mas, para poder responder a esta pregunta, habremos de esclarecer el verdadero significado de la democracia que, por lo común y lejos de sesudas tesis, lo descubrimos en simples y no obstante brillantes reflexiones. Como la del insigne escritor Antonio Gala, cuando dijo que la dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer, y la democracia desnuda porque ha de convencer. Medulares palabras que frontispician mi pensamiento al respecto.

Desde mi humilde cancillería afirmo que España no es una democracia sustantiva pues sus vicios y cuartos oscuros la han desnaturalizado severamente. Ejercemos derechos y disfrutamos libertades otrora insospechadas, aunque los unos y las otras son paulatina y subrepticiamente minadas por legislaciones menores y puertas traseras. Nos dejan votar cada cierto tiempo e, incluso, nos permiten escribir o pensar en voz no muy alta. Tiempo habrá para que el sacrosanto veredicto popular sea manoseado, alterado, pervertido o neutralizado en despachos enmoquetados y con vistas. Allí donde anidan las águilas de penetrantes garras y pupilas dilatadas.        

Según el cis del escribiente Tezanos, el 175% de los encuestados afirma que España va bien o muy bien; el resto no sabe o no contesta. La cocina de Arzak o Arguiñano queda muy lejos de la pericia culinaria del comisionado Tezanos, más afanado en decirnos a los españoles qué nos ha de gustar que en preguntarnos qué nos gusta en realidad. Si por C.I.S. hemos de entender el Chiringuito del Ínclito Socialista, no piensen ni por un momento que las siglas F.G.E son las del Fiscal General del Estado. Para nada. Más bien se refieren al Fideicomisario de los Gajes del Ejecutivo que, como sumiso mandatario, se encarga de estirar y contraer la Ley hasta adaptarla a los delirios de su mandante.

En el Consejo General del Poder Judicial, en el Tribunal Constitucional y en la citada Fiscalía General del Estado se sientan, en desmedida proporción, egregios jurisconsultos más conocidos por sus filiaciones o simpatías políticas que por su amor a la Ley y al Estado de Derecho. Monstesquieu ha muerto varias veces; la última en España, allá por julio de 1985 y todavía hoy, treinta y seis años después, el hedor del finado es incluso más penetrante.

En España, para ser laureado o para que te pongan una calle, además de muerto hay que delinquir a lo grande, con luz, taquígrafos y sin escatimar gastos. Si usted, querido amigo, silencia alguna casilla en la declaración de la renta, o impaga una multa de tráfico, o devuelve algún recibo doméstico, o deposita la basura en horas intempestivas o le gusta la música de José Luis Perales, todo el peso de la Ley caerá sobre usted, con toda su fuerza y crudeza.

Haga usted como El Dioni al que, tras fundir la pasta en Sudamérica y pasar una temporadita a la sombra, le llovieron los trabajos y hasta el mismísimo Sabina le compuso una canción. O emule, si puede, al Molt Honorable Pujol que, tras compilar secretos inconfesables de poderosos y sisar a mansalva a los súbditos de su añorada República Catalana, se pasea altivo e intangible por el Pirineo gerundés. ¡ Amb dos collons!

I que em perdoni la Moreneta.

O proclámase, ante Dios y la Patria, Rey de España. Será usted inimputable por muchas putadas que perpetre antes, durante y después.  En el peor de los casos, le mandarán a un lejano resort hasta que escampe la tormenta. Con suerte, y con desvergüenza, Patrimonio Nacional le apañará una choza a la par de su altísima y muy reverendísima magistratura, que en tales menesteres creo que andan. Ningún mal deseo a nadie y menos a un anciano mas este sarcasmo mío es, en realidad, reflejo de una profunda y particular decepción.

A menor escala, podría usted liberarse en algún sindicato sureño para malversar los dineros de los desempleados en cocaína y señoritas de vida distraída. Tal vez le apetezca declararse independiente y pasarse por el escroto la Constitución Española.  No tiene de qué preocuparse. El Estado le indultará pues los políticos que pesan lo suficiente para Moncloa tienen CONFLICTOS POLÍTICOS; que delinquir es cosa de pobres y ordinarios.

No acaban aquí las posibilidades. Puede, si le dejan, ser dirigente o ministro pepero y compatibilizar sus níveas retribuciones con opacas y manuscritascompensaciones barzianas. En la América de mafiosos y  gánsteres, el contable destapaba el cotarro y los otros iban a chirona.En Spain, that is different, el escribano se come el marrón y los otros se van de rositas aunque, ¿quién sabe?, igual el botín, debidamente depositado en algún elíseo fiscal, aguarda al inmolado para devolverle la sonrisa y restañar sus heridas. Sé fuerte Luis, y mudo.  

Pero, de elegir este camino, deberá despreciar la oferta más ventajosa para toda obra y/o servicio público, y remunerar a sus idealistas y filantrópicos inversores, digo, donantes. Sorry. Todo sea por las ideas, por la libertad de mercado y por la pasta. Aunque el sacrificio no será menor. Deberá vestir pantalón beige, camisa de manga larga (aún con 50º a la sombra) de logotipo bien visible, cinturón de piel entrelazada de color marrón chocolate y zapatitos a juego. Y no olvide la pulserita rojigualda y la brillantina.

Mas si la vida ha sido injusta con usted y responsabiliza de sus males a la canallesca fascista, avíese menaje haraposo y despida al peluquero. Arrójese en los brazos de la cínica y aristocrática siniestra que siempre pescó en caladeros de pobreza y desesperación para usarlos de carnaza. Sí. Señuelos de sueños quebrados y alma palpitantes sobre los que las élites marxistas, comunistas y socialistas se enriquecieron hasta la náusea.

Todavía erecto el Muro de Berlín, los del este acribillaban a los que huían hacia el oeste. Devenida su flacidez, el éxodo mantuvo idéntico rumbo. Elocuente, ¿verdad? ¿Qué tendrá Cuba-libre que la oposición y su pueblo andan enjaulados? ¿O qué tendrán la petrolífera Venezuela o la erudita Argentina que, pese a endógenas y maravillosas potencialidades, llevan décadas en decadencia? Pues el populismo más barato, soez y fracasado que intenta abrirse paso, también, por los campos de Castilla.

Y en esas estamos, queridos amigos. Entre ladrones, mediocres e impostores y cuando, por fin, se alinean los planetas y nos mandan a un tipo honrado, cabal y ejemplar como Julio Anguita,  vamos y le ignoramos.

No tenemos perdón y sí mucha culpa. La democracia es una pugna permanente entre la ética y la ulceración moral, entre lo posible y la mentira consabida, entre el ejemplo y la hipocresía, entre el trabajo decente y la usura, entre el camino recto y los atajos, entre el bien común y el de unos pocos. Y en tal desafío, todos, absolutamente todos, hemos se sentirnos concernidos. Hoy por hoy, los malos nos llevan mucha ventaja. De forma, Sr. Gala, aunque en ocasiones me sienta vencido por las circunstancias, nuestra democracia no consigue convencerme del todo. Olviden la lucha de clases. Olviden la concepción materialista de la Historia y su calamitosa dialéctica. Olviden el capitalismo salvaje y desalmado que cosifica y denigra al ser humano. La génesis y evolución de nuestra Historia siempre basculó entre el bien y el mal. Así ha sido y así será hasta el final de los días.  Queda por aclarar qué es el bien y qué el mal pero esa es otra cuestión.

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