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CHECO PÉREZ: todo buen nadador aprovecha la ola

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análisis

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El mar de las posibilidades se empieza a agitar cuando Red Bull falla con Verstappen y al no calcular bien la gasolina le dejan sin posibilidades de luchar por la pole en la jornada de clasificación del sábado. ¡Y ahí ya ve la posibilidad Checo Pérez y se lanza a nadar RÁPIDO COMO EL DIABLO! Tan rápido que consigue clasificar casi primero, casi, porque ahí está Charles, que no es gran carrerista pero clasificando es muy bueno.

Y a continuación se forma la ola, la que Checo Pérez como buen nadador va a ser capaz de aprovechar. Leclerc sale bien, en teoría sale perfecto, pero por alguna razón le patinan las ruedas y entonces CHECO PÉREZ SE LO COME. Y sabe que es su oportunidad, que se ha subido a una OLA y si consigue mantenerse en la CRESTA puede acabar la carrera verdaderamente primero.

¡Su cuarto gran premio!

Sería magnífico.

Luchando contra el agotamiento físico, contra el calor, contra la ambición enloquecida de Charles que hace lo posible y lo imposible por

superarlo: se deja el alma el monegasco, pero ni por esas logra rebasar al mexicano.

El mar de las posibilidades vuelve a jugar a su favor cuando Leclerc hace una mala parada en boxes y le concede tres segundos más de ventaja a Checo.

A partir de ahí solo había que no rendirse, que mantenerse en la cresta de la ola hasta el final, hasta que se cumpliesen las dos horas de carrera.

¿Sólo?

Era dificilísimo y era el infierno. Checo era un dios, pero era un dios al final ya muy cansado, sin energía, sin aliento; como todos los pilotos en el Gran Premio de Singapur. Había que aguantar….

Y entonces le dicen por radio lo de la posible sanción y que necesita sacarle cinco segundos a Charles Leclerc. Y ahí ya no hay olas que valgan ni mar de posibilidades ni nada por el estilo: solo Checo.

Sólo Checo nadando duro, sin rendirse ni sucumbir en ningún momento el cansancio ni al desaliento.

Hasta que ve la bandera a cuadros y logra el milagro de haber terminado primero.

Ha estado espléndido, ha estado inmenso. Ha dejado al mismísimo y correoso «Doktor» Marko alucinado y boquiabierto.

Bravo Checo, espectacular en el momento oportuno. Aprovechando la ola.

Eres enorme. Eres inmenso.

Tigre Tigre

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