No era precisamente la imagen de la felicidad Max Verstappen después de la clasificación en el Gran Premio de Azerbaiyán.
Se le veía apagado. Quizá incluso mosqueado. Sin saber muy bien qué pensar o qué decir.
Había vuelto a suceder. Ese tipo maravilloso que el año pasado fue fundamental en su conquista del título, SIN SERGIO PÉREZ Max Verstappen NO SERÍA CAMPEÓN DEL MUNDO actualmente, ahora se ha transformado en un rival.
RIVAL. Alguien que nos puede quitar lo que nosotros queremos.
Y no solo eso, el gran Max Verstappen han tenido que escuchar de la boca de Helmut Marko, el Doktor Marko, la afirmación de que no hay un piloto número uno en el equipo Red Bull, que Checo tiene tantas posibilidades como el actual campeón del mundo de llevarse el gato al agua este año y proclamarse campeón.
Pero toda la alegría que no estaba en el rostro de Max se hallaba en LA CARA FELIZ DE SERGIO Pérez, Checo.
Si no hubiese sido porque que Charles Leclerc está intratable este año Checo habría conseguido la pole absoluta.
Nos encanta que Checo esté ahí arriba luchando por todo lo luchable. Nos encanta como pinta en este momento este campeonato mundial.
Suerte y que gane el mejor, sin órdenes de equipo.
Tigre Tigre
