Esta vez no ha sido la nieve sino un accidente de un camión cisterna que ha derramado el combustible que transportaba lo que ha provocado el cierre de la AP-6 en sentido creciente en el tramo de Adanero a Guadarrama. El mismo accidente ha afectado a la AP-51 que está también cortada desde Ávila hasta Villacastín.
La solución aportada para solucionar es volver a meter a los conductores en una ratonera que en pleno temporal con amenazas de nuevas nevadas podría provocar un nuevo colapso y a miles de ciudadanos encerrados y sin salida alguna.
Viendo las soluciones que se están aportando cuando hay una emergencia en nuestras carreteras, por mucho que se trate de autopistas de peaje gestionadas por empresas privadas, es una suerte para la ciudad de Sevilla haberse desprendido de un alcalde como Juan Ignacio Zoido o de un teniente de alcalde como Gregorio Serrano porque han tenido a los mandos de una de las más importantes ciudades de España a dos políticos que no tienen la capacidad de afrontar las urgencias de los ciudadanos. El actual primer edil, Juan Espadas, un hombre humanista, jamás hubiera tenido en su equipo de gobierno a personas así y es algo que los sevillanos han ganado.
