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Cayetana Álvarez de Toledo, el eslabón perdido

La portavoz popular en el Congreso representa con señorío el eje que engarza sin complejos el siempre aparente discurso moderado del PP y el mensaje guerracivilista de la ultraderecha

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análisis

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La marquesa de Casa Fuerte parece que va por libre, pero ni mucho menos. Todos los pasos que da como portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados están medidos al milímetro. Incluso cuando no los da e hiberna junto a su afilada lengua, como viene haciendo prácticamente durante todo el estado de alarma provocado por la pandemia de la covid-19, donde no ha rascado bola mediática y ha dejado el foco directamente al propio presidente del partido, Pablo Casado, ya sea solo y cansado ante el espejo o junto a unas ovejas, o a su secretario general, Teodoro García Egea, sin contar la omnipresencia de la presidente madrileña, Isabel Díaz Ayuso, posado extasiado incluido.

La política madrileña, hija de un aristócrata francés y madre argentina, no dice esta boca es mía sin que lo sepa su máximo valedor, el propio presidente del PP, con la aquiescencia clave de José María Aznar, un militante popular de base que también es presidente a sus vez del centro logístico de ideas que nutre a Partido Popular de contenidos programáticos, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), donde ella ocupa un puesto destacado, la dirección del Área Internacional. Continuos vasos comunicantes en la casa popular.

En el tema concreto de la Guardia Civil, como en muchos otros donde incluso se cuestiona la legalidad vigente, Vox ya le lleva al PP una sideral ventaja. Y en esta alocada carrera de fondo, Álvarez de Toledo sólo ejerce de liebre

Precisamente porque llevaba un mes largo sin decir esta boca es mía en la Cámara baja y dejaría de calentar banquillo, supo que tendría su nuevo minuto de gloria en el cara a cara con el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias. No lo desaprovechó, para atronadora ovación de la bancada de Vox y desesperación de muchos de sus compañeros de filas, que cada vez tienen menos argumentos para evitar que la ciudadanía vea a PP y la ultraderecha de Vox como una amalgama unitaria con fines idénticos al tiempo que usan medios similares para lograrlos.

Es precisamente en la concatenación de estos eslabones, aún sin engarzar aparentemente, donde Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, madrileña “apátrida” hasta 2007 en que obtiene la nacionalidad española, que suma a la francesa y argentina de cuna, donde ejerce sin complejos y con estilo como el eslabón perdido de la derecha española de hoy, situada en un limbo incierto pero claramente virado a un extremo muy lejano de aquel centro que pregonaba el marianismo en tiempos donde quedaba bien ser de ese sitio etéreo donde los haya, el gran caladero donde pillar votos de despistados, equidistantes, aprovechados, advenedizos y otros perfiles similares de electores.

Nuevo caballo de Troya de PP y Vox

El enésimo tsunami protagonizado por Álvarez de Toledo se produce precisamente cuando ni siquiera iba a realizar este miércoles ninguna de las preguntas de control al Gobierno, pero sí una interpelación, que a la postre ha sido la que ha acaparado el gran titular de la jornada parlamentaria, con el padre del vicepresidente segundo del Gobierno como protagonista sin desearlo. Ninguna duda cabe de que el guion de la grave acusación que realizó la única diputada popular por Barcelona no fue fruto de una improvisación o un cruce de cables esporádico.

No. Estaba acordado así, pese a que el PP asumía que sólo serviría para desviar la atención sobre la polémica por la destitución de altos cargos en la Guardia Civil, su verdadero nuevo caballo de Troya de estos días, conscientes de que en este tema concreto, como en muchos otros donde incluso se cuestiona la legalidad vigente, la ultraderecha de Vox ya le lleva una sideral ventaja. Y en esta alocada carrera de fondo hacia un lugar incierto donde la democracia cada vez es más puesta en cuestión, Cayetana Álvarez de Toledo sólo ejerce de liebre. Y a veces también de icono y directora de orquesta de los conciertos de cacerolas de los ‘Cayetanos’.

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3 COMENTARIOS

  1. No soy simpatizante del pp,ya que este partido me robo a mi y mi familia pero mujeres como esta deberia de haber muchas.Y con referencia al golpe de estado del que habla el marques de galapagar,deberia callarse la boca pues el golpa ya lo estan dando ellos arruinando a todo el pais. y parece mentira que le apoyen personas de las cuales el se esta riendo.

    • Mujeres que mientan a sabiendas como esta prenda marquesa argentinofrancoespañola?Pues ya ve usted,mire para adentro que igual la tiene usted en casa…jeje.
      Si usted no es simpatizante del PP como dice,n queda otra que pensar que es usted simpatizante de vox o es usted la tipica persona incapaz de leer e informarse.La ultraderecha española lleva ya mas de año y medio diciendo a las claras que quiere un golpe,llama a la insubordinacion de las fuerzas armadas y de la guardia civi…y esto si que es un acto de rebelion y sedicion.
      Es inadmisible que una marquesa saque a relucir en el parlamento al padre y abuelo de un ministro y ademas mintiendo a sabiendas de lo que esta diciendo,poco ha soltado el Señor Iglesias porque de lo que han hecho en su vida los marques,todos,incluido el padre de la argentina,mejor ni hablamos.

  2. Esta individua que es un producto entre la imbecilidad y el fanatismo, se cree que su coñ. es horizontal y que su culo no caga. Esta ilusión propia de taradas es lo substantivo de su personalidad.

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