Diario16 ha publicado en exclusiva las presuntas irregularidades y delitos cometidos por el Partido Popular de Salamanca y, por ende, por su líder Alfonso Fernández Mañueco, durante el proceso de primarias, tal y como se puede comprobar en la denuncia presentada ante la Fiscalía de Salamanca.

Esta noticia tiene una importancia fundamental, no sólo en las consecuencias que pueda tener en Castilla y León, sino en la política nacional, dado que despejará las dudas que pudiera tener Pedro Sánchez a la hora de optar por un camino u otro en su estrategia de pactos para acercarse a lo que es lógico y coherente.

La presunta comisión de un delito de financiación ilegal por parte del PP de Mañueco abre el camino al partido de Igea en Castilla y León a poder pactar o negociar con absoluta libertad con cualquier fuerza política y sin imposiciones desde Madrid. Además, coloca al propio líder nacional de la formación naranja, Albert Rivera, en una situación límite porque ¿cómo va a defender un pacto con un líder que realizó esos movimientos presuntamente ilegales para ganar unas primarias, una persona que utilizó a sus propios compañeros para, presuntamente, llevar a efecto los métodos denunciados? Hablamos de un caso de supuesta corrupción política y Rivera siempre ha alardeado de ser el Lancelot contra los corruptos. Además, Igea difícilmente aceptaría una imposición de Rivera de este tipo.

La realidad es que el objetivo de Rivera es ser el nuevo Partido Popular y, por tanto, un partido que es más de lo mismo, que representa valores similares a los del PP porque no tienen una base ideológica formada, sino que su principal meta política es la defensa de los intereses de élites a través de su programa conservador. Por esa razón, en Castilla y León intentó que la candidata fuera una dirigente del PP (por más que fuese una política que se destacó por su lucha contra la corrupción de su partido) porque a lo que aspira el líder naranja es a ser el nuevo Partido Popular. ¿Hubiera impuesto Rivera a Silvia Clemente un pacto con Fernández Mañueco cuando aquélla salió del PP precisamente por desavenencias con el líder popular castellanoleonés? Esta es la incoherencia de Albert Rivera.

Por esta razón, la situación que se ha creado en Castilla y León tras la denuncia presentada contra Fernández Mañueco despeja muchas incógnitas al Partido Socialista y, sobre todo, a Pedro Sánchez. En primer lugar, que no se puede llegar a un acuerdo de gobierno de España o de investidura con Rivera porque no sería coherente e iría en contra de todos aquellos que en la noche electoral le dejaron claro al presidente del Gobierno que «con Rivera, no». En segundo término, demuestra que el pragmatismo que se quiere imponer desde baronías presuntamente socialistas, defensores de una ideología que ni siquiera es ya socialdemócrata, no es más que una estrategia errónea que definitivamente entregaría el poder al liberalismo más radical. En tercer lugar, derrumba los planteamientos aritméticos planteados por Emiliano García-Page para justificar un pacto del PSOE con Ciudadanos y no con Podemos, puesto que en Castilla y León no sólo hace falta para formar un gobierno socialista una abstención de Ciudadanos sino que son fundamentales los votos de la formación morada.

Sánchez debe tener claro que la coherencia ideológica es fundamental, sobre todo si lo que se desea es un modelo de gobierno basado en la defensa de las necesidades de quien ha confiado en un proyecto basado en la justicia social, en la honestidad, en la ética y en la lucha por recuperar lo que el PP le quitó al pueblo con la excusa de la crisis. Eso es imposible de llevar a efecto con Rivera, como lo es el de avanzar en la igualdad real desde el feminismo y los derechos humanos.

El actual presidente del Gobierno se ganó la confianza de los españoles y las españolas por la honestidad de su proyecto, con lo que se puede esperar de un partido socialista que se marca como objetivo la lucha por la justicia social y la igualdad en todos los ámbitos, lo cual es coherencia con sus pensamientos e ideología. Para eso, Sánchez tiene la suerte de tener a su lado en Moncloa a mujeres inteligentes, leales, comprometidas con su identidad que saben lo que implica la lucha, lo que supone romper los corsés del pasado para afrontar un futuro en libertad e igualdad y donde se priorice la conciencia social por encima de cualquier otro aspecto. Y en Ferraz, a hombres y mujeres leales, políticos capaces y profesionales inteligentes para avanzar sin retroceder ni renunciar a la ideología.

Por otro lado, Podemos debe ser coherente y lógico a la hora de poner sobre la mesa de negociación condiciones equilibradas y medidas, lo que debería descartar cualquier tipo de imposición de cargos, puesto que lo que a los españoles y españolas les importa realmente es la continuación y la profundización en la agenda social iniciada tras la moción de censura. De este modo, dejando libertad al Presidente para plantear su estrategia, será más fácil lograr los objetivos que todos y todas las ciudadanas esperan del próximo gobierno progresista.

La denuncia contra Fernández Mañueco abre el camino a la coherencia, una ruta que Sánchez deberá transitar desde la coherencia social y política de la ideología que define desde la historia fundacional la filosofía existencial que distingue al socialismo que representa, por supuesto con la aplicación de la evolución social y no con Rivera que no tiene más objetivo que ser el nuevo PP y destruir el nuevo pensamiento y compromiso de la sociedad del bienestar que ha resurgido gracias al retorno de la esencias ideológicas socialistas de la igualdad.

2 COMENTARIOS

  1. Amigo, sería conveniente que en tu artículo antepusieras el adjetivo «anónima» a la denuncia interpuesta contra dirigentes del PP en Castilla y León.
    Personalmente, nunca doy credibilidad a denuncias o comentarios anónimos (como éste) pero lo escribo porque por tu articulo deduzco que tú eres mucho más crédulo que yo.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre