Las Cortes de Castilla y León acogerán desde esta mañana el debate y, posiblemente, la votación de la primera moción de censura que fue presentada por el PSOE para desbancar de la Presidencia a Alfonso Fernández Mañueco (PP) y de la Vicepresidencia a Francisco Igea (Ciudadanos). Los socialistas aún no disponen de los apoyos suficientes para prosperar pero el ambiente está lleno de incógnitas, sobre todo tras la marcha de procuradora de Cs María Montero Carrasco.

Luis Tudanca, el líder socialista castellano leonés, está trabajando «hasta el último minuto» para lograr los apoyos necesarios, actitud que se vio reforzada el viernes cuando el Grupo de Ciudadanos se quebró con la marcha de Montero, ahora procuradora no adscrita, lo que motiva que el PP y Cs pierdan su mayoría en la Cámara, al sumar 40 escaños y no los 41 necesarios.

La salida Montero provocó un terremoto político, puesto que dejó Cs entre críticas por la falta de liderazgo y de imposición en el Grupo, además de por incumplimientos y cambios de criterios de la Junta de Castilla y León. Sin embargo, pese a las dudas generadas por ese movimiento, Ciudadanos pretende dar por «desactivada» la moción de censura por confiar en que nadie más seguirá el mismo camino.

La marcha de Montero rompió la fiabilidad de Ciudadanos, por lo que, pese a posicionamientos públicos en las redes sociales, asegurando que votarán ‘no’ a la moción, todas las miradas estarán puestas en el voto que emitirán los parlamentarios naranjas, además del Grupo Mixto, con los votos de Unión del Pueblo Leonés (1) y Por Ávila (1), que aún están por decidir.

Tanto Francisco Igea como el portavoz del Grupo Parlamentario de Cs, David Castaño, han reiterado en los últimos días su voto negativo a Tudanca, con críticas abiertas por considerar que el socialista está tratando de encontrar tránsfugas en las filas naranjas, algo que el interpelado ha negado. Esta situación ha provocado que la propia Inés Arrimadas llamara personalmente a Mañueco para tranquilizarle.

No obstante, el ambiente de desconfianza ha llenado las Cortes de Castilla y León. De hecho, aprovechando un acto del PP, Mañueco mantuvo una reunión con el partido Por Ávila, que cuenta con un procurador en el Grupo Mixto de las Cortes de Castilla y León y está integrado en su mayoría por excargos y exmilitantes del PP, con el ánimo de acercar posturas, no sólo para la votación de la moción de censura, sino también para lo que pueda venir después al carecer ya de la mayoría absoluta garantizada.

La votación

La extensión de las intervenciones durante el debate determinará si la moción de censura se vota hoy mismo o bien se aplaza a mañana. Si así fuera supondría un problema en la agenda de las autoridades autonómicas, dado que tienen previsto acudir a la fábrica de Renault en Palencia para acompañar a Felipe VI y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita a las instalaciones de Villamuriel de Cerrato.

La votación se realizará mediante la fórmula del llamamiento, uno a uno de todos los procuradores, por parte del presidente de las Cortes, por lo que también ese trámite se alargará más de lo que suele ser una votación ordinaria.

El debate

Respecto a los tiempos y los intervinientes, el PSOE ha adelantado que será la secretaria de Organización y vicepresidenta segunda de la Mesa de las Cortes, Ana Sánchez, la encargada de defender la moción de censura y abrir de este modo el debate, en el que le dará réplica el vicepresidente Igea, quien lo ha anunciado a través de su perfil de Twitter: «Llegó la hora de la política».

Tras el intercambio de argumentos, contrarréplicas incluidas, será el turno del candidato socialista a la Presidencia de la Junta, Luis Tudanca, quien desglosará su programa de gobierno sin límite de tiempo, lo mismo que el presidente Mañueco, quien le replicará y les llevará a agotar la mañana.

Dependiendo de la duración de las intervenciones, el plan aprobado por la Mesa de las Cortes incluye que, antes de retomar el debate con los grupos parlamentarios, se hará un receso de dos horas, aproximadamente, tras lo que comenzarán las intervenciones del Grupo Mixto, el Grupo Ciudadanos, el Grupo Popular y, nuevamente, el Grupo Socialista.

Cada uno de ellos dispondrá de 30 minutos. El Grupo Mixto repartirá su tiempo en 12 minutos para Podemos y 6 para UPL, Por Ávila y Vox, respectivamente.

Todo puede alargarse aún más dado que el aspirante socialista puede hacer uso de la palabra cuantas veces lo solicite y en cada una de esas ocasiones, generará un nuevo turno de intervención para su interpelado.

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