El Gobierno de Castilla La-Mancha ofreció el año pasado 873 talleres y actividades de envejecimiento activo mediante el Servicio Público de Teleasistencia a un total de 8.539 personas mayores, de las cuales 6.780 eran usuarias del servicio público y 1.759 no lo eran. La consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, ha explicado que en un primer momento los talleres y actividades desarrolladas para envejecer activamente “estaban dirigidas y orientadas a las personas usuarias del Servicio de Teleasistencia”. Sin embrago, “la presencia en localidades muy pequeñas de la Comunidad Autónoma y la constante coordinación con los servicios sociales y los ayuntamientos de los municipios han contribuido a que también puedan beneficiarse de las actividades 1.759 personas mayores de la región que no son usuarios del servicio”.

Los usuarios del Servicio Público de Teleasistencia son personas mayores de 65 años que viven solas (un 66%) o que están acompañadas (un 34%). Durante el 2016 la participación de 6.780 personas a este servicio aumentó notablemente, lo que supone un 17% de los usuarios activos a dicho servicio. Sin embargo, son más las mujeres usuarias del Servicio de Teleasistencia, un total de 5.372, que hombres, 1.404 en total.

Así pues, el 79% de las personas mayores son mujeres, mientras que los hombres apenas superan el 21%. Además, 80 años es la edad de las personas mayores asistentes a estos servicios, lo que supone un 59%; seguida por los 70 años, con un 33%; y los 90 años, con un 5%. La edad inferior a los 70 años solo representa el 3% de los usuarios. “mujer, de 81 años, que vive sola y reside en un pueblo de la región, no en una capital”

A lo largo del año, el Servicio Público de Teleasistencia realiza 406.000 llamadas periódicas para ver como se encuentra el usuario, recordarle las medidas que deben adoptar para combatir las altas o las bajas temperaturas, el uso adecuado de los medicamentos, recomendaciones sobre el tipo de postura que debe adoptar al sentarse para evitar dolores de espalda, la necesidad de hacer ejercicio físico y recordarle algunos temas abordados en las charlas y en los talleres, cuyos contenidos son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como pilares del envejecimiento activo.

La temática que se imparten en los talleres y actividades en aula están focalizadas principalmente en seguridad -primeros auxilios; prevención de caídas, robos y timos; riesgos en el hogar y educación vial-, en salud -buen uso de los medicamentos; una alimentación adecuada; salud cardiovascular; hábitos saludables y ejercicio físico; cuidado de los pies; ventajas de dormir bien y el acogimiento en el duelo- y en las actividades relacionadas con la participación social -por medio de la estimulación cognitiva; las relaciones intergeneracionales; el uso del humor para tener un envejecimiento positivo; la gestión de las emociones; autocuidado e higiene; fomento de la lectura o temas de actualidad; y el conocimiento de las facturas de servicios de suministros en el hogar-.

Finalmente la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, ha explicado que con este tipo de actividades complementarias se persigue lograr hábitos de vida saludable, convivencia y autocuidado; así como una mayor participación de la comunidad de las personas mayores.

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