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Carta abierta al abogado general del TJUE

Manel Mas
Manel Mas
Estudié contabilidad y economía, fui perito y profesor mercantil, ejercí de profesor en Alesco (Altos Estudios Comerciales) en Barcelona dando clases de contabilidad, cálculo y derecho mercantil.
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análisis

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Querido abogado general del TJUE, Jean Richard de la Tour, veo que ha apoyado al juez Pablo Llarena en sus conclusiones ante las cuestiones que el magistrado español presentó a raíz de la decisión de la justicia belga de denegar la extradición del consejero Lluís Puig. Usted, como abogado general, advierte que un país, en este caso Bélgica, no puede entrar a valorar si el Supremo de España es la autoridad competente para juzgar el consejero Puig y, que, para argumentar riesgo de vulneración de un derecho fundamental, tiene que demostrar deficiencias sistémicas y generalizadas en el funcionamiento del sistema judicial español.

Usted advierte que, si no hay un riesgo de vulneración sistémico del derecho fundamental a un proceso equitativo, apelar a este argumento no sería más que la expresión de una desconfianza hacia los tribunales del estado español, contraria a los principios de confianza y reconocimiento mutuos en que se sustenten los cimientos del sistema de la euroorden.

Según entiendo se trata de una cuestión de confianza entre los estados miembros, entonces señor de la Tour, ¿significa que usted tiene confianza plena en la justicia española? Querría hacerle algunas preguntas, puesto que no puedo entender su decisión.

En el año 1936 se produjo en España un golpe de estado, su desenlace comportó una guerra civil, con la desaparición de más de un millón de personas entre muertos, exiliados y desaparecidos. Una vez se acabó, se implantó una dictadura del terror que duró cuarenta años, la represión continuó contra los vencidos.

A modo de ejemplo, solo en Cataluña hubo 81.000 personas procesadas, 78.000 imputadas en consejos de guerra, 3358 fueron fusiladas y 648 murieron en la prisión. Además, se tendría que tener en cuenta las depuraciones, los exilios, los campos de concentración y los desaparecidos. ¿Qué tal Monsieur de la Tour?

Antes de la famosa transición del 78 (modélica segundos dijeron y presumieron algunos), se promulgó una ley de amnistía para salvarlos el culo de toda responsabilidad, a todos aquellos que, de una forma u otra, perpetraron, silenciaron o ignoraron los crímenes del franquismo.

Esta ley no fue reconocida a escala internacional y rechazada por la organización de las Naciones Unidas. La misma ONU y Amnistía Internacional riñeron el gobierno por la ley ilegal y la carencia de investigación de los miles de cadáveres, todavía a las cunetas de toda la península. También criticó en España por no permitir investigar y juzgar los culpables de crímenes del franquismo.

La ley en España se interpreta a «la española«. No se cumple ni siquiera la Constitución. Hace doce años que Cataluña no dispone del estatuto de autonomía que pactaron los parlamentos catalán y español y votó el pueblo. El Constitucional lo modificó y anuló algunos de sus artículos. ¿Qué piensa Monsieur de la Tour si supiera que los mismos resultaron legales en los estatutos Andaluz y Valenciano?

¿Cómo explica que Europa haya anulado los juicios de Atutxa y Otegi? ¿Por qué en términos judiciales se nos compara con Turquía o Bulgaria? ¿Cómo es qué pasados tres años y medio, de su caducidad, el poder judicial todavía no se ha renovado, con los toques de atención que Europa le ha hecho? ¿No está usted enterado?

¿No le llegan noticias de cómo funciona la justicia en España últimamente? ¿No sabe nada de la conchabanza que existe entre el gobierno, la judicatura y los medios de comunicación, Monsieur de la Tour? Encuentro que está muy mal informado y, en su caso, es del todo imperdonable. Dedique unos minutos para ver y escuchar este video y podrá entender la poca credibilidad que tiene la justicia que usted tanto valora:

Si ha prestado atención habrá escuchado que se deciden cuáles pueden ser los jueces más adecuados para sus intereses y si conviene trasladar algunos y sustituyéndolos por otros que sean adictos a la causa que más les interesa. Con este sistema han perjudicado muchos políticos, entre ellos, Artur Mas, presidente de Cataluña, Xavier Trías, alcalde de Barcelona o Pablo Iglesias, exvicepresidente del gobierno español.

Si después de todo lo que le he relatado, usted continúa confiando en la justicia española, en su imparcialidad y total honestidad. Es posible que la justicia belga esté más enterada que usted. De lo que le acabo de decir, le adjunto un video (circulan bastantes) donde queda demostrado de qué manera se deshacen del juez que no interesa y colocan el que les solucionará la papeleta:

No sé qué pensará de todo esto, Monsieur de la Tour, pero yo de usted me lo plantearía muy seriamente antes de tomar, o no, determinadas decisiones. Le aconsejaría, de muy buena fe, la lectura del libro «El Poder de las Togas» del juez emérito del Supremo español José Antonio Martin Pallin, conocería mucho mejor la situación judicial española y seria conocedor y testigo de la cruda realidad.


Bien atentamente.

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