Sigue sin perder un solo set. Sale a ganar. A ganar todos los sets. A que el rival que tiene enfrente sienta que se enfrenta con alguien que es muy superior a él. Una y otra vez desde que superó la última lesión.
El partido contra Taylor Fritz en el abierto de Miami ha sido una absoluta maravilla. Al principio Fritz parecía convencido de que si aguantaba podía ganar Alcaraz. Pero Alcaraz se ha esforzado al máximo en dejarlo claro desde el primer momento. Le ha roto el servicio en el primer juego de los dos sets. Y ya en el primer set ha intentado volver a romperselo, pero Fritz ha luchado como gato panza arriba y al final el set ha terminado en un 6-4.
Alcaraz quería más. Alcaraz quería el máximo. Quería romperle el servicio dos veces. Y así lo ha hecho en el segundo set. No ha parado de presionar hasta conseguirlo. Brutal. Fritz no dejaba de darse mordisquitos en la camiseta, de poner cara de alucinado, y de tener enormes ganas de poder darse un pellizco en cualquier sitio para despertar de la pesadilla en la que estaba inmerso.
No ha habido ocasión. Carlitos Alcaraz está imparable e implacable.
El siguiente partido es contra su bestia negra. Contra Sinner.
El mundo entero está expectante Sinner derrotó una vez a Alcaraz el año pasado, y luego perdió contra el español en el Open USA.
Volvió a perder Sinner contra Alcaraz en Indian Wells.
El futuro no lo conoce nadie, pero parece muy claro con qué actitud va a salir Alcaraz a enfrentarse con Jannik Sinner.
A comérselo.
Tigre Tigre
