Carla Antonelli es la historia viva de la supervivencia y la dignidad trans. Nació en Güimar en 1959, de donde se fue con apenas 17 años para vivir como lo que verdaderamente era y es: una mujer. Trabajó de bailarina en Las Palmas y de ahí dio el salto a Madrid. Sufrió la represión policial del momento, recibió palizas por ser quién era y vivió la doble opresión de ser mujer y de ser trans. No desistió en su lucha y su lucha se convirtió en política. Empezó su militancia en el PSOE en los años 90, recuerda orgullosa que encabezó una de las manifestaciones por los derechos de la mujer, para en 2011 convertirse en la primera diputada trans en un parlamento en España. Actualmente es diputada socialista por la Asamblea de Madrid, activista feminista y por los derechos de las personas trans, una lucha que siempre le ha acompañado.

La semana pasada, un argumentario interno del PSOE tildado por la propia Antonelli de “transfóbico envuelto en seda” se lanzó entre la militancia socialista. El documento negaba la despatologización de las personas trans y apuntaba a la teoría queer como causante de “desdibujar a las mujeres como sujeto político y jurídico”. Su publicación provocó una gran indignación entre los colectivos trans que pidieron explicaciones al Gobierno, pero también contradecía a lo acordado entre el propio PSOE y Unidas Podemos para una Ley Integral Trans. Por su parte, la Delegación Federal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales del PSOE publicó ayer un tuit con sus “compromisos firmes con las personas trans” en el que puntualizaba que “nuestra lucha sigue intacta”.

 ¿Cómo estás, Carla? ¿Qué tal has llevado el confinamiento?

Desde el shock que todas y todos hemos podido tener con esta situación, que nadie alcanzaba a imaginar, por muchas películas de ciencia ficción que hayamos visto. Durante el confinamiento la labor y el trabajo parlamentario se multiplicaba, pues llegaban las 12 de la noche y estabas pendiente de la noticia y de todo lo que estaba pasando. Desde el primer momento hubo un trabajo coordinado del grupo parlamentario con Ángel Gabilondo, seguimientos de áreas y zonas adscritas a cada diputado y diputada, valoraciones de la situación de aquellas cosas que pudieran estar sucediendo o fallando en servicios tales como sanidad, seguridad o servicios sociales con el fin de elaborar informes. Cuando se medio se desamordazó la asamblea de Madrid, aunque siga como quien dice en fase 0, Madrid quiso pasar rápidamente de fase mientras los plenos no se estaban desarrollando con normalidad. Queda claro que las fases interesan depende de para qué.

Fuiste una de las impulsoras de la Ley de Identidad de Género en 2007. ¿Cómo acoges este argumentario lanzado por tu propio partido tras décadas de lucha y activismo?

El argumentario no me representa y está lanzado por una secretaría del partido, por tanto, no es una postura del partido puesto que las posturas oficiales emanan de los congresos y de las conferencias políticas, pero esto no ha sucedido. Lo que sí ha sucedido son otras posturas firmes del partido que sí han emanado de las anteriores conferencias políticas, como es el compromiso con la identidad de género y con la propia despatologización de las personas trans. En la legislatura pasada, en el 2017, el PSOE ya había registrado la reforma de la Ley de Identidad de Género para su completa despatologización y desde la propia autodeterminación. Ese es mi PSOE. Donde no se exige absolutamente ningún requisito de diagnóstico médico, disfórico, psicológico o psiquiátrico y deja claro que no es necesario ningún tipo de tratamiento previo, como sí lo exigía la ley del 2007. Eran otros tiempos. El paso de gigante fue la no necesidad de cirugía genital. Ahora los tiempos son otros, surge el movimiento pro despatologización y la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que la transexualidad no es ningún trastorno mental, por lo tanto, llueve sobre mojado porque despatologización y autodeterminación vienen a ser sinónimos. La no necesidad del tutelaje de un psiquiatra que te certifique quién eres, algo que tiene mucho que ver con la lucha de la liberación del movimiento de la mujer, de la liberación de las tutelas de padres y maridos, y en este caso de la liberación de las personas trans, tanto mujeres como hombres. Yo no me he movido un ápice de las resoluciones, ni del programa electoral con el que concursó a las elecciones mi presidente, Pedro Sánchez, tampoco con el compromiso de Pedro Sánchez, que fue claro y tácito en el discurso de investidura, así que yo estoy en la postura de mi partido. Ese argumentario contraviene y contradice todo lo anterior, por lo tanto, la mujer de partido soy yo. De hecho, Juventudes Socialistas de España ha emitido una nota de prensa en la que pide una reunión con el partido para que clarifique la situación del compromiso con las personas trans.

 La despatologización de la transexualidad está reconocida por la Organización Mundial de la Salud desde 2008. Sin embargo, es un asunto que sigue creando controversia. ¿Por qué es importante este hecho para las personas trans?

Como creó controversia en los 90 que la homosexualidad fuera descatalogada como enfermedad mental. Así se creyó en la cultura popular estigmatizante y parece que la gente no toma tierra con la realidad. Por eso a veces las controversias son infladas e inventadas por aquello de crear un problema donde no existe, para luego liderarlo y poder vivir de él. Estamos hablando de una cuestión de derechos humanos fundamentales sobre la dignidad de personas y qué conlleva señalarlas y estigmatizarlas. Hablamos de niñas, niños, adolescentes y personas mayores a las que se les está dando una carga de estigma. Luego nada es casual cuando aumentan los índices de violencia o de suicidios. Tenemos que tener mucho cuidado con lo que se dice, porque las personas trans no somos ni debemos ser los muñecos de feria a los que un grupo de personas se entretienen disparándonos. Además de cruel, resulta vil enseñarse injustamente con uno de los sectores más discriminados del colectivo LGTBI. Es un despropósito, pero de lo que estoy convencida es de que la justicia y la razón está de nuestro lado, y que cada cual sabrá lo que lleva sobre sus espaldas para el resto de su vida y de lo que tendrá que avergonzarse cuando sea muy mayor.

El argumentario afirma que “el derecho a la autodeterminación sexual” carece de racionalidad jurídica. ¿Esta afirmación no se contraría con el acuerdo de Gobierno entre PSOE y UP para la aprobación de la Ley Integral trans?

Totalmente. Este argumentario contraviene cualquier cosa que se haya acordado hasta el momento. Contraviene la reforma que como grupo político registramos en el Congreso de los Diputados, que está en la misma línea de los acuerdos de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Dicho acuerdo habla de una Ley Integral trans bajo esa premisa y la reforma de la Ley 3/2007 sobre el Registro Civil va también en la misma línea de la despatologización desde la libre voluntad y autodeterminación. Por tanto, contraviene los acuerdos del Gobierno y nos contraviene a nosotras y a nosotros mismos cuando nos miramos al espejo de lo que defendimos y registramos en el Congreso hace dos años.  Una es más expansiva e integral y la otra más concreta en lo que se refiere al derecho y ampliación hacia los menores, que el Tribunal Constitucional avaló el año pasado.

Es curioso el lanzamiento de este documento, cuando hay Comunidades Autónomas que ya cuentan con sus propias leyes trans apoyadas por el PSOE

Tenemos el ejemplo de la ley de Andalucía o la de Madrid, impulsada por el grupo parlamentario socialista, de la cual fui ponente y que elaboramos con los grupos de la oposición. En ella puedes leer las palabras expresión de género y autodeterminación basada en la despatologización. Ahí está la ley 2/2016 de Identidad y Expresión de Género, Igualdad Social y No Discriminación en la Comunidad de Madrid que se registró junto a Podemos y Ciudadanos. En el art.13 dice que el sistema sanitario de la comunidad atenderá a las personas conforme a los principios de consentimiento informado de libre autodeterminación de género. Entonces, ¿qué estamos disparándonos sobre nuestro propio pie? También encontramos leyes trans en Valencia, Baleares y Canarias, que son realmente la ley de Madrid adecuada a su autonomía con su idiosincrasia correspondiente. La ley trans y la ley contra la LGTBIfobia de Madrid son las más avanzadas. Mi partido es mucho más que ese panfleto que tiene nombre y apellidos; mi partido tiene una serie de siglas y compromisos avalados en conferencias políticas.

¿Tuviste conocimiento previo de la elaboración de este documento?

No. Es un documento dirigido a determinar los supuestos derechos de las personas trans sin contar con las personas trans. Creo que saben que había una diputada trans en el partido, más que nada porque no hay otra diputada trans en España.

¿Has podido dialogar con los abajo firmantes?

No he recibido ninguna llamada 

El feminismo lleva años ampliando su sujeto político y las mujeres trans, para una gran parte, está dentro del movimiento. Por tanto, ¿el lanzamiento de este argumentario tiene más de feminismo o de política?  Ya con la Ley de Libertad Sexual comenzaron las fricciones entre PSOE y UP

Más de política, ya que el feminismo es otra cosa. El feminismo se escribe en mayúsculas, el feminismo es Ángela Davis y no es ningún club donde tengas que llamar a la puerta para que te dejen entrar. Yo soy feminista y soy mujer. No me voy a volver etérea porque me nieguen. La negación no me borra y aunque pretendan borrarnos, las personas trans vamos a seguir aquí. Además, nos respalda la ONU Mujeres, que no tiene ninguna duda de que los derechos de las mujeres trans son los mismos derechos que los de las mujeres. Se está yendo a contracorriente de razones de justicia y de principios inherentes al ser humano.

¿Qué les dirías a las personas que no consideran mujeres a las mujeres trans o que sostienen este negacionismo?

No estoy para darle consejos a nadie, cada cual sabrá de sus limitaciones o de sus propias inseguridades. Ningún otro ser humano me hace sombra ni me invisibiliza. La existencia de otra persona no invade mi terreno, ni me anula ni me resta. Todas estamos para sumar porque todas somos un conjunto.

Lidia Falcón dijo en una entrevista reciente que las mujeres trans eran “unos seres extraños” y que “pretendían ser protagonistas del feminismo”

Las palabras califican y definen a la persona.

¿Por qué tanto afán por categorizar los cuerpos? Cuando de lo que se trata es de ser libres en la diversidad con la misma igualdad de derechos. ¿Tan difícil es? Tú que llevas décadas en la lucha…

Esto es un problema que no existía. El feminismo en los años 90 nos recibió con los brazos abiertos y yo porté la pancarta en el Día de la Mujer, la primera vez que nos invitaron. Vivimos tiempos convulsos en los que si no destacas sobre otras personas parece que no eres nada. Hay sectores que para destacar a veces tienen que hacer o decir algo a contracorriente. Esta situación está inflada, no existía en este país y que de pronto se haya comentado con todas las terribles consecuencias, no obedece sino a estos tiempos. No solo lo vemos en este terreno sino en otros tantos en los que, si no gritas, no destacas mucho o no llevas la contraria con lo establecido, pasas a ser absorbida por el conjunto. Está bien liderar una causa de justicia, pero liderar algo para llevarnos a la involución no es el camino, ya que liderarás algo de lo que te avergonzarás de por vida y por lo que serás recordada el tiempo que seas recordada, para luego ser olvidada.

Volviendo al argumentario. Este se lanza un día después de la aprobación en el Consejo de Ministros del proyecto de Ley de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la violencia en el que se establece que “los niños, niñas y adolecentes tendrán derecho a que su orientación sexual e identidad de género, sentida o expresada, sea respetada en todos los entornos de su vida”. ¿Existen protocolos específicos para las menores y los menores trans?

Se lanzó también en el momento de la votación del Ingreso Mínimo Vital y en el quinto aniversario del fallecimiento de Pedro Zerolo. Rescatamos un tuit de su perfil en el que defendía la autodeterminación de género, el sexo lo eliges tú. Utilizar el nombre de Pedro Zerolo en ciertos escritos o tribunas es cuanto menos pervertir su legado.

A nivel estatal no existe un protocolo específico. Lo que sí existe es la Ley Integral de Transexualidad de la Comunidad de Madrid, que tiene una serie de apartados para los menores y las menores trans para que reciban inhibidores de los estadios de la pubertad indicados. El tratamiento hormonal viene después, pero está la falacia de hormonar a menores, un atentado criminal que no se puede hacer porque matas a la persona. Sin embargo, cuando se tiene 11 o 12 años en el desarrollo de la pubertad precoz sí se le ponen inhibidores para impedir el desarrollo de caracteres sexuales indeseados. Cuando trabajas con menores trans comprendes cómo se han reprimido y cómo se le ha hecho daño a tanta gente durante siglos, perturbándolas de por vida y haciendo personas mayores frustradas y desequilibradas. Por tanto, sí hay protocolos de atención en las leyes autonómicas integrales, aprobadas e impulsadas por nosotras y nosotros mismos. Violentar la identidad u orientación sexual de un menor es un delito.

Son momentos delicados en los que la extrema derecha está ocupando espacios públicos y de poder. El Gobierno de Trump, por ejemplo, anunció la derogación de las protecciones contra la discriminación para las personas LGTB en referencia a la atención médica. ¿Es tiempo de unir luchas contra una misma amenaza?

El Gobierno de Trump se acaba de llevar un varapalo cuando la Corte Suprema de Estados Unidos ha sentenciado la medida presentada por el presidente en la que se podía despedir a trabajadores LGTBI, ya que estamos hablando de derechos fundamentales. Es tiempo de que toda la gente se una en una misma lucha por los derechos humanos. No podemos dejar a nadie atrás. Sobre todo, las personas convencidas y con principios inherentes que hemos defendido derechos que no íbamos a disfrutar nunca. Es una cuestión de las libertades de los demás. Por ejemplo, yo jamás hubiese podido abortar porque no puedo procrear, pero igualmente defendí la ley para interrupción voluntaria del embarazo como primera persona, también defendí el matrimonio igualitario hasta quedarme con la lengua fuera, pero en el caso de haberme casado, no hubiese sido a través del matrimonio igualitario, sino con mi DNI en el que pone sexo mujer. Esto quiere decir con todos los derechos y obligaciones inherentes al sexo legal que me corresponde. No tengo limitado ningún derecho. Cuando sí lo teníamos limitados fue en la primera sentencia del Tribunal Supremo en 1987, porque entonces éramos lo que sostiene ese argumentario: “ficciones jurídicas”, después de dicha sentencia, que se ganó, ponía mujer, pero abajo puntualizaba “ficción de hembra o ficción de hombre”. Esto no era una ley franquista, ¿cuál era el problema? Que no podías contraer matrimonio ni con un hombre ni con una mujer, eras un ente y te encontrabas en un limbo legal absoluto. Esto se superó con recursos a la Fiscalía en el año 2001. No estamos para volver 33 años atrás, no somos ficciones, no somos entes, no somos quimeras. Las personas trans sencillamente somos y estamos igual que el resto de los seres humanos y con nuestra propia identidad.

¿Qué espera de este Gobierno de coalición en este sentido?

Todo lo que ha anunciado y con lo que se ha comprometido. Desde la firme convicción de que mi presidente, Pedro Sánchez, lo va a hacer cumplir porque la sensibilidad hacia el colectivo trans es clara y manifiesta en todo su discurso. Hablando de identidad de género, en sus tuits, en apoyo a la niña Elsa en la Asamblea de Extremadura afirmando que iban a legislar sobre nuestros derechos… La confianza es certera entre el presidente, el Ministerio de Igualdad, la ministra Irene Montero y todo aquello que llevamos en nuestro programa electoral. Hemos concurrido con un programa y lo defiendo porque soy PSOE.

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