Marcelino Fernández Arnaiz, de 64 años, más conocido como el ‘pederasta de Astillero’, considerado uno de los mayores depredadores sexuales de menores de España, ha sido detenido por agentes de la Unidad Adscrita a los Juzgados de la Policía Nacional este viernes a primera hora de la mañana en los Juzgados de Plaza de Castilla, según ha confirmado una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
El detenido ha montado una bronca en una cola cuando estaba esperando en los Juzgados de plaza de Castilla, porque tenía que recoger una documentación relacionada con una denuncia que formuló sobre un robo. Marcelino se ha negado a pasar el obligatorio control de vigilancia, por lo que se ha montado una fuerte discusión con uno de los guardias de seguridad.
Ante el escándalo provocado se han acercado los policías nacionales asignados a los Juzgados y Fiscalía, que han comprobado que el individuo tenía una requisitoria por violencia de género de un juzgado de Santander, por lo que ha acabado detenido.
Uno de los mayores pederastas de España
Marcelino Fernández Arnaiz, más conocido como ‘el pederasta de Astillero’, localidad de cántabra de la que es natural, tiene multitud de antecedentes de agresión sexual a menores desde el año 1980 (1983, 1986, 1990, 1999, 2000, 2002, 2003 y 2008). En cuanto salía de prisión o del psiquiátrico volvía a abusar de menores.
En 2005 fue condenado a cinco años de cárcel por la Audiencia Provincial de Cantabria, por agresión sexual a una niña de seis años en Torrelavega, delito que cometió tres meses después de cumplir el tiempo de estancia en la institución mental donde estaba recluido. Tras lo ocurrido, la Audiencia acordó aumentar la prisión preventiva hasta el máximo permitido, es decir la mitad de la condena.
El ‘pederasta de Astillero’ cumplió íntegramente la condena de cinco años que le fue impuesta. En el fallo se evidenciaba que Marcelino Fernández tiene “un coeficiente intelectual medio-bajo, sin retraso mental”, pero «con falta de interiorización de reglas morales y sociales, pérdida de control de impulsos, trastorno secular de tipo parafílico» y «comportamientos conflictivos de larga duración» que modifican «ligeramente su capacidad intelectual y volitiva”.
Tres días después de abandonar la cárcel de Dueñas, en 2008, fue detenido de nuevo por agredir sexualmente a una niña de 6 años en Santander. Según la sentencia, que le condenó en 2009 a nueve años de prisión, “propuso a tres niños invitarles a golosinas, y se acercó a una tienda a comprárselas”.
Dos de los niños se fueron a jugar y Marcelino se quedó con uno de ellos, de 6 años, a la que intentó tocar y quitar la ropa. La niña se resistió y sus gritos alertaron a un vecino, que lo vio todo y reprochó su actitud a Marcelino, que se dio a la fuga.
El fallo considera que el “pederasta de Astillero” no padece “patología psicótica o afectiva mayor, y que su capacidad intelectual se encuentra dentro del rango de la normalidad, por lo que tiene capacidad para diferenciar entre el bien y el mal”.
