Ayer miércoles era un día decisivo en las negociaciones entre el gobierno de Reino Unido y la Unión Europea.
Después de las tensiones de los últimos días, desde el ejecutivo de Boris Johnson se anunciaban exigencias de modificaciones en los acuerdos previos, señalando directamente al acuerdo de Irlanda.
El acuerdo de Irlanda no se toca
Ayer miércoles Bruselas anunció que rechazaba la propuesta de Londres y que el acuerdo de Irlanda no se iba a modificar. No obstante, ofreció diferentes opciones para facilitar la burocracia y facilitar así el tránsito aduanero para distintos productos y cuestiones sanitarias. Las medidas tendrían como resultado la supresión del 80% de los controles en la aduana.
Irlanda quedó sometida al mercado único de la UE en base al acuerdo firmado. De esta manera, toda mercancía que cruzase desde Irlanda a territorios del continente europeo debería pasar por los controles fronterizos de la zona. No se generarían muros de ningún tipo pero el control se mantendría efectivo. Así se acordó hace un año por parte de Johnson y la UE. Sin embargo, la situación ha devenido complicada para Reino Unido y han pedido en los últimos días que se llevase a cabo alguna modificación, al provocar «graves disrupciones».
Con la propuesta de Bruselas, la llamada «guerra de las salchichas» quedaría resuelta. Pero han sido tajantes en que el acuerdo de Irlanda no se va a tocar de ninguna manera.
Londres también quería que el Tribunal Superior de Justicia de la UE quedase al margen de la supervisión de cumplimiento del acuerdo, algo que Bruselas también ha rechazado sin discusión.
Reino Unido actúa de mala fe, según Irlanda
Los hechos acontecidos durante los últimos días, las disputas en redes sociales entre miembros del gobierno de Reino Unido y de Irlanda, han ocasionado que en el día de ayer, el primer ministro de la República de Irlanda afirmase que Reino Unido está actuando con mala fe y que por el momento no va a firmar ningún acuerdo con ellos porque está seguro de que no cumplirán su palabra.
Por su parte, el secretario de Estado británico encargado del Brexit, David Frost, ha anunciado un «proceso de negociaciones intensivas» con la UE para intentar llegar a una solución consensuada. «Nos gustaría realmente alcanzar una solución de consenso, estamos trabajando mucho para lograrlo, es obviamente la mejor manera de avanzar, si podemos llegar a un acuerdo y construir un nuevo futuro para Irlanda del Norte«, ha señalado.
