El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha confirmado que, «si se constata que no existe la menor voluntad» por parte de Maduro de convocar elecciones «en un plazo temporal», se planterán otras medidas, incluido «el reconocimiento del presidente interino para que sea la Asamblea la que convoque las elecciones».
Borrell no ha dado un plazo concreto de tiempo a Nicolás Maduro pero ha detallado que será «necesariamente corto» y «muy razonable». El titular de la cartera de Exterioires asevera que España «no va a remolque de la UE» y que la idea de acompañar la exigencia de elecciones de un plazo concreto se ha planteado «por iniciativa» del Gobierno español.
Borrell lamenta que, a diferencia de otros países europeos, Venezuela sea un «asunto de política interna» en España, y ha señalado que, en el caso de que no se alcanzara un consenso en la UE, el Gobierno «no se quedaría con los brazos cruzados».
Sánchez ha mantenido conversaciones con la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron, y otros dirigentes europeos para llegar a una posición común. Sánchez se reunió el jueves en Davos (Suiza) con los presidentes de Ecuador, Lenin Moreno; Colombia, Iván Duque; y Costa Rica, Carlos Alvarado, quienes le pidieron que liderase en la UE el reconocimiento del autoproclamado presidente interino.
Por su parte, la ministra portavoz, Isabel Celaá, ha comenzado su intervención reiterando el “apoyo a la familia, que están en horas cruciales en este momento y agradecer toda la solidaridad del pueblo que los acompaña y de los equipos de rescate», en referencia al pequeño Julen caído en el pozo de Totalán.
Además, y en otro orden de cosas, Celaá se ha referido a la situación que está viviendo Venezuela en el arranque de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. «El presidente Sánchez está liderando los movimientos en la UE sobre los acontecimientos en Venezuela. Reiteramos la legitimidad de la Asamblea Venezolana y que la solución pasa por unas elecciones libres. La solución pasa por la democracia», ha afirmado.
Como diría aquel, el pobre Borrel tiene una neurona más que los burros, para no ir cagando por la calle.