Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, ha indultado por Navidad a miembros de las fuerzas de seguridad, tanto policías como militares, condenados por delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones. Dentro de las medidas de gracia también se encontraban presos con enfermedades graves.
El decreto de indulto, publicado este 24 de diciembre en el Diario Oficial de Brasil, continúa la tendencia de los dictados durante los gobiernos de Bolsonaro que beneficiaron igualmente a estos colectivos. Según ha publicado el diario O Globo, el presidente brasileño aprovecha estas fechas para conceder medidas de gracia a militares y policías, para, de este modo, reforzar su imagen dentro de los cuerpos que tienen el monopolio estatal de la violencia.
Los uniformados perdonados son aquellos que hayan incurrido en delitos no intencionados por motivo de su trabajo, ya sea en el ejercicio de sus funciones o por el riesgo derivado de las mismas.
El segundo grupo de indultados son presos con enfermedades graves que exijan cuidados continuados que no puedan recibir en las instalaciones penitenciarias, entre los que menciona enfermos de cáncer o SIDA.
También estaba previsto que Bolsonaro perdonara también a los reos que tengan secuelas graves del COVID-19, si bien finalmente este tercer grupo se ha excluido.
Como González y los del 23 F. No somos ni un milímetro mejores, y además aquí tienen impunidad basada en una ley de muy marcado carácter fascista. Somos peores y estamos peor que los del Brasil con Bolsonaro. No hay alegato posible.