En estos días se focaliza la atención en Afganistán y en la alarma que supone el regreso a la “Edad Media”, sobre todo en lo que tiene que ver con los derechos de las mujeres, gracias a la toma del poder de los talibanes. Pero si nos trasladamos al corazón del supuestamente avanzado mundo occidental, nos encontramos con que el presidente de los EEUU, Joe Biden, va a tener que intervenir sobre la ley del aborto, si no quiere que Texas retroceda siglos atrás en lo que tiene que ver con los derechos de las mujeres.
Proteger a las mujeres
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este lunes que aplicará una ley federal de 1994, que protege a las mujeres al facilitarles el libre acceso a las clínicas que practican abortos. Esta es una respuesta a a la norma adoptada por el estado de Texas que prácticamente prohíbe el aborto.
La ley
El miércoles pasado se aprobó en Texas la ley que prohíbe el aborto a las seis semanas de gestación, cuando puede detectarse el latido del corazón del feto. Una fecha insuficiente, ya que en muchos casos las mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. Otro de los aspectos polémicos es que la medida no contempla como excepciones para permitir la interrupción del embarazo a los casos de incesto o violación.
Los derechos de las mujeres
Por si fuera poco, la ley aprobada en Texas permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar. Las personas que demanden podrán obtener indemnizaciones de hasta 10.000 dólares en caso de ganar el juicio. El fiscal general de EEUU, Merrick Garland, explicó en un comunicado del que hace eco 20 minutos, que el departamento de Justicia está explorando de forma urgente todas las opciones para responder a la ley de Texas con el fin de «proteger los derechos constitucionales de las mujeres y otras personas, incluido el aborto».
