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Biden alerta de la manipulación de las fake news en su primer discurso como presidente

La importancia del cambio de rumbo de EEUU hizo olvidar el desplante de Donald Trump en la toma de posesión

María José Pintor
María José Pintor
Periodista en cuerpo y alma, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco.
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análisis

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El mundo ha seguido en directo la toma de posesión de Joe Biden ayer tarde como 46 presidente de EEUU. El nuevo mandatario, probablemente el más poderoso del planeta, juró ayer en Washington el cargo con un mensaje claro: “La democracia ha ganado». También lanzó un mensaje contundente contra las fake news.

De la mano de su mujer, comparecía nervioso y emocionado en los exteriores del Capitolio donde pudo escuchar en directo a Jennifer López hablar español por la justicia y la democracia en EEUU. Antes, una espectacular Lady Gaga cantaba el himno nacional.

A su vez, Kamala Harris se ha convertido en la primera mujer vicepresidenta de EE UU. Su toma de posesión de esta mujer poderosa y con aspiraciones a ser la próxima presidenta de su país, ha generado una ola de simpatía y esperanza en medio mundo.

Harris, figura emergente del Partido Demócrata, aspiró a ser candidata a la Presidencia por los Demócratas, sin éxito, y con una dura batalla dialéctica contra Biden. Entonces no levantó pasiones en la opinión pública. Apenas unas semanas después, el mundo ya tiene una nueva ídolo. Que así sea y que no defraude.

Su abrazo con la ex primera dama Michel Obama, tras tomar posesión, no pasó ayer desapercibido.

La importancia del cambio de rumbo de EEUU hizo olvidar el desplante de Donald Trump en la toma de posesión.

Unión

En la primera intervención de Biden como mandatario ha hablado de unir al país y de seguir adelante dejando de lado la manipulación a través de los fake news. Según sus propias palabras, “debemos abandonar la cultura donde los hechos se falsean y manipulan”, ha añadido.

Hasta 25.000 miembros de la Guardia Nacional, además de 2.750 efectivos del Pentágono, velaron ayr por la seguridad del evento, marcado también por las restricciones por la pandemia de coronavirus.

El demócrata, que presentará una decena de órdenes ejecutivas el primer día de gobierno, vivió una jornada de inauguración atípica, sin público presente en la explanada frente al Capitolio.

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